El presidente Gustavo Petro aseguró que lleva media vida luchando por abrir el hospital San Juan de Dios desde el año 1998, cuando el expresidente Andrés Pastrana cerró el centro asistencial más antiguo de América del Sur, donde nació la salud pública de Colombia.
Allí, recordó, funcionaba la Escuela de la Salud de toda Colombia y era “el hospital donde se salvaron las vidas de tantos trabajadores, trabajadoras, personas pobres”.
"No hemos podido abrirlo y hay que abrirlo. O sea, este Gobierno del Cambio no es gobierno del Cambio si no abre el Hospital San Juan de Dios", sentenció.
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Comentó que, como alcalde de Bogotá, lo adquirió con dineros públicos y lo convirtió en un hospital del Distrito.
“A mí me sucedió (Enrique) Peñalosa y lo que pensó Peñalosa fue en cómo dinamitarlo y construyó un contrato con una firma española que tiene como objetivo, como objetivo no, pero una de sus cláusulas es demoler el San Juan de Dios, el edificio central y fusionarlo con el hospital Santa Clara”, manifestó.
Esta decisión, enfatizó, era que “el pueblo se olvide, en su memoria, que existió un hospital que se llamaba el Hospital San Juan de Dios, que Bolívar y Santander se lo expropió a los españoles para ponerlo al servicio de la ciudadanía bogotana”.
Aseguró que el Ministerio de Cultura tiene una orden que no se cumplió en un año.
“Y es que, explícitamente, firma la carta el ministro y firma la carta el presidente, que debe decir que la Torre Central del Hospital San Juan de Dios, por ser patrimonio nacional, por Ley de la República, no se va a demoler, no se va a dinamitar, se tiene que restaurar como el patrimonio nacional que es. Eso lo prometimos en campaña y eso se tiene que cumplir”, enfatizó.
Explicó que esa carta le servirá a la administración distrital para liquidar el contrato o para que se modifique. “Pero la Torre Central del Hospital San Juan de Dios no se demuele y no se fusiona con el Hospital Santa Clara”, reiteró.
Aseguró que el Hospital Universitario San Juan de Dios “debe abrir sus puertas como una entidad ayudada por la Nación en el máximo nivel de la tecnología de la salud pública, restaurando sus casas, sus edificios, su espacio, que es un espacio hermosísimo en el centro de la ciudad de Bogotá”.
Indemnizar a los trabajadores
El presidente Gustavo Petro recordó que en 1998 echaron a toda la fuerza de trabajo que había en el hospital.
“No les importó nada, mucha gente allí se suicido, mucha gente allí ha enloquecido —me tocó verlo—, mucha gente allí murió de vieja sin poder ver su sitio de trabajo abierto. No hemos podido abrirlo y hay que abrirlo”, insistió.
Denunció que la decisión de cerrarlo fue para que “sus servicios se fueran a las clínicas privadas del norte de Bogotá, para hacer un negociado con el dinero público. O sea, fue la ley 100”.
“Eso no puede seguir así. Entonces, esa deuda con el pueblo trabajador que estaba en el Hospital San Juan de Dios, sus sobrevivientes, indudablemente hay que indemnizarlo”, anunció.
Le pidió a la ministra de Trabajo, Gloría Inés Ramírez, que instale “una mesa a ver cómo está la circunstancia actual, que debe estar más difícil que nunca, para ver cómo está el estado de lo que fue la fuerza de trabajo del Hospital San Juan de Dios y ver qué caminos jurídicos se pueden reconstruir después de 25 años, de un cuarto de siglo de cierre del Hospital San Juan de Dios”.