Votos y púlpitos, una alianza que madura | El Nuevo Siglo
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Domingo, 25 de Marzo de 2018
Redacción Política
La historia de la incursión de organizaciones de creyentes en el debate político podría remontarse a la Constituyente de 1991
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CUANDO SE creía que el escrutinio de las elecciones del 11 de marzo no presentaría mayores cambios con respecto al preconteo informado por la Registraduría ese mismo domingo, se comprobó que unos 30.000 votos habían sido mal contabilizados y le correspondían a una lista que inicialmente no había alcanzado el umbral.

Con los nuevos guarismos, cuya concreción será anunciada oficialmente después de Semana Santa, lograría el umbral la lista cerrada del movimiento Colombia Justa Libres que alcanzaría tres curules en el Senado para John Milton Rodríguez, Eduardo Emilio Pacheco y Edgar Enrique Palacio.

Aunque se trata de situaciones diferentes, es inevitable comparar el ingreso de tres senadores inicialmente descartados con la reciente sentencia del Consejo de Estado que otorgó tres escaños al partido MIRA que en 2014 se quedó sin bancada en la cámara alta.

Además, porque los seis legisladores en cuestión tienen algo más en común: recibieron el aval de organizaciones políticas basadas en una profesión de fe.

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Reseña

La historia de la incursión de organizaciones de creyentes cristianos en el debate político podría remontarse a la lista del movimiento Unión Cristiana (UC) que eligió dos constituyentes en diciembre de 1990.

Sin embargo, parte del éxito de la lista se debió a que ya existía el Partido Nacional Cristiano que se integró a UC, pero tras promulgarse la Constitución volvió a separarse y hoy es la organización política de Claudia Rodríguez, senadora electa con aval de Cambio Radical.

Cuando se habla de legisladores elegidos por las comunidades cristianas, salta siempre la leyenda urbana de que la feligresía sufraga obedientemente por quien le diga su pastor. Pero el registro histórico muestra dos cosas: que si eso fuera cierto, la votación sería más abundante; y que, precisamente, hay una desconexión entre los congresistas y las asociaciones de pastores que funcionan en las diferentes ciudades colombianas.

Esta última es la queja de los líderes de las iglesias y al sustentarla algunas fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO cuentan experiencias vividas con congresistas como Ricardo Arias, Viviane Morales, Colin Crawford o Charles Shultz, elegidos en su momento representantes a la Cámara y que terminaron en el Partido Liberal; algunos siguieron su periplo por otras organizaciones políticas.

De hecho, a pesar de que sobre esos y otros casos podrán existir distintos puntos de vista, el resultado es que en general entre los creyentes suele despertar recelo que los pastores se involucren en política, porque el ideal de que los líderes espirituales lleven al Congreso los valores cristianos choca con la gestión concreta de quienes ocupan las curules.

De otra parte, como es apenas obvio, los cristianos son ciudadanos expuestos a los mismos problemas, incertidumbres y vulnerabilidades que el resto de la población, de tal manera que también entre ellos hay quienes ya tienen definido el partido o las ideas por las que votan o se abstienen de hacerlo, y no siempre coinciden con lo que en ese campo proponen los pastores.

Simultáneamente con este proceso de deterioro y dispersión de quienes deberían ser voceros de las iglesias en el Congreso, prosperaron dos organizaciones alejadas de las ya mencionadas asociaciones: el C-4, cuya base fue la Cruzada Estudiantil y que luego se convirtió el electorado del saliente senador Jimmy Chamorro, quien el 11 de marzo no logró retener su curul; y el MIRA, cuya base es la Iglesia de Dios Ministerial.

justa libres

Las fuentes consultadas por este Diario señalaron que aunque la Cruzada Estudiantil siempre estuvo alejada de los pastores nunca llegó a ser calificada por ellos como una secta, como sí lo han hecho con la Iglesia de Dios Ministerial. En otras palabras, podrían tener algunos puntos de vista coincidentes con los legisladores de Colombia Justa Libres, como cualquier otro congresista, pero no van de la mano en la mayoría de los asuntos.

 

Nuevo intento

Volviendo a los pastores, dos acontecimientos impulsaron la reorganización de los cristianos en el debate político: las marchas contra la famosa cartilla del Ministerio de Educación, cuando al frente de la cartera estaba Gina Parody, y el plebiscito.

Tras las marchas, nació el movimiento Libres, cuyos líderes empezaron a reunirse. Sin embargo, no pasó mucho tiempo sin que algunos de esos dirigentes hicieran tolda aparte, llamando Colombia Justa a la nueva organización.

Ambos grupos tuvieron una actuación destacada en el triunfo del ‘No’ en el plebiscito. La intervención de las asociaciones de pastores logró reunir a los dos ‘combos’, adoptando su denominación actual: Colombia Justa Libres.

Las asociaciones de pastores conforman, por así decirlo, la junta directiva de esta nueva organización política. De acuerdo con la información suministrada por voceros del movimiento, “hemos implementado un organigrama sencillo pero muy sólido que está liderado por el Consejo Superior de Ancianos que representa la unión de nuestras iglesias”, consejo integrado por “31 pastores con una trayectoria integral ministerial”, quienes son “personas con más de 30 años de vida cristiana y como mínimo 15 años de ministerio, con congregaciones sólidas, bajo autoridad”, que, además, presiden las respectivas asociaciones (o sea que son elegidos por esos líderes eclesiales).

El pastor Rodríguez, cabeza de lista al Senado y quien sería uno de los tres congresistas electos, explicó que “empezamos por devolverle a Colombia la bandera de la reconciliación. Basta ya de polarización, de siembra de odios y de amarguras entre los ciudadanos y entre las clases políticas”.

Tras señalar que la nueva bancada llevaría al Senado un paquete de iniciativas que incluye proyectos sobre salud, educación y agricultura, Rodríguez planteó que “la sociedad colombiana está muy fragmentada, ni siquiera polarizada. Cada quien tirando para su lado, mirando cada cual cómo resuelve su problema. Nos cansamos de eso también. Decidimos honrar lo que somos como creyentes. El cristiano viene de la concepción de Cristo, que nunca vino a establecer una iglesia privada”.