Esta organización multilateral, que reemplazaría a Unasur, ha sido impulsada nuevamente por Chile. Piñera y Duque son sus principales promotores
____________
EL DOMINGO en una reunión con delegados de varios países suramericanos, el canciller de Chile, Roberto Ampuero, propuso un diálogo para la creación de un bloque regional llamado Prosur en reemplazo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). El encuentro, según el mandatario Sebastián Piñera, será en la cumbre de presidentes de Santiago en marzo.
La propuesta de Ampuero no es nueva. A principios del año, el presidente Iván Duque había dicho que la región necesitaba una organización multilateral cuyo trabajo no estuviera “al servicio de un gobierno particular”. “Un mecanismo de coordinación suramericana de políticas públicas, en defensa de la democracia, la independencia de poderes, la economía de mercados, la agenda social con sostenibilidad y debida aplicación”, dijo.
Al comienzo de su mandato, Duque ya había insistido en el cese de Unasur, una organización multilateral que habitualmente se asocia con la izquierda suramericana, en especial con el chavismo y Evo Morales.
Es claro que la región ha tenido un viraje político hacia la derecha, luego de la victoria de Duque, Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera y Martín Vizcarra en 2018. Este último se convirtió en Mandatario tras las renuncia de Pedro Pablo Kuczynski por sus presuntos vínculos con Odebrecht.
Entendida como una forma para unificar las visiones multilaterales de gobiernos afectos ideológicamente, la propuesta, que se encuentra en fase exploratoria, no ha sido bien recibida por algunos expertos que aseguran que antes de crear una institución se debe bogar por la reconstrucción de Unasur.
En charla con EL NUEVO SIGLO, Mauricio Jaramillo, profesor de relaciones internacional de la Universidad del Rosario, dice que se trata de “una institución que se ha anquilosado, en eso estamos de acuerdo, pero acabarla me parecería un retroceso”.
Para la mayoría de gobiernos regionales, la organización ha perdido credibilidad por su cercanía con el chavismo y su poca actividad. Según Ampuero, “Unasur lleva años paralizada. Chile cree en una integración no ideológica, con una estructura liviana, sin burocracia, sin gastos superfluos, para avanzar en infraestructura, energía, salud y otras prioridades concretas, evitando cualquier utilización política”.
En el momento de la creación de Unasur, hace 11 años, la izquierda dominaba la región y eso hacía que muchas de sus decisiones multilaterales estuvieran apegadas a su agenda. Esta organización, sin embargo, fue la ampliación de la Comunidad de Naciones Suramericanas.
“Lo que se desconoce es que Unasur fue más bien el producto de lo que fue la evolución de la Comunidad de Naciones Suramericana, que luego transitó hacia la Unasur para dotarse de instancias permanente”, explica el profesor Jaramillo.
Prosur toma fuerza
Unasur, pese a la crisis en la organización, sigue vigente. El año pasado fue inaugurado el Parlamento de Unasur, con sede en Bolivia, el cual no ha entrado en funciones ante la falta de comicios parlamentarios en cada uno de los países miembros.
Este organismo intergubernamental está conformado por 12 naciones suramericanas para reforzar la integración regional, aunque muchos desde su fundación la han visto como una institución creada para contrastar las decisiones que se toman en la Organización de Estados Americanos (OEA), vista por los gobiernos de izquierda como un escenario al servicio de los intereses de Estados Unidos.
En los últimos años la organización ha estado marcada por la crisis en Venezuela, que ha llevado a países como Colombia a abandonar su membresía, en parte por su poca acción en otros frentes. “Unasur lleva tres años paralizada y fracasó por exceso de ideologismo”, dijo el lunes Sebastián Piñera.
“Nuestra propuesta es crear un nuevo referente en Suramérica (Prosur) para una mejor coordinación, cooperación e integración regional, libre de ideologías, abierta a todos y 100% comprometida con la democracia y los derechos humanos”, aclaró el Presidente chileno en su cuenta de Twitter.
Prosur tendría como primera tarea construir una política común frente a la crisis política y humanitaria en Venezuela, país que ha quedado apartado de las discusiones preliminares sobre su posible creación. En ese sentido, algunos la han visto como una extensión del Grupo de Lima -agrupación de naciones cuyo único objetivo es enfrentar la crisis en Venezuela-.
El lunes, en Bogotá, el Grupo de Lima se volverá a reunir luego de la eventual entrada de la ayuda humanitaria a Venezuela, que está prevista para el sábado. Desde Caracas, el chavismo ha insistido que esta colaboración internacional se trata de “migajas” y ha enviado numerosas medicinas a la frontera para ser repartidas de manera gratuita.
En este momento Latinoamérica cuenta con numerosas organizaciones que para algunos significan una proliferación de instituciones multilaterales, como la CAN, Mercosur, Aladi, la Organización para la cooperación amazónica, Alianza del Pacífico, la Celac, el ALBA y la OEA.
Para el profesor Jaramillo Jasnir, “lo mejor es entender que cada institución representa un tema (…) Así como en Europa hay una institución que tiene muchas funciones, nosotros la tenemos pero dividida en varias”.
“La Comunidad Andina tienen un tribunal de derechos que no se debe echar a la borda, Mercosur avanzó muchísimo en todo lo que tiene que ver en mecanismo de ajuste para borrar brechas entre países ricos y pobres, Unasur avanzó mucho en ciudadanía regional”, nombra Jaramillo como algunos de los logros obtenidos.
Mes tras mes toma más fuerza Prosur como la organización que eventualmente reemplazaría a Unasur. El problema es que esta última ya tiene sede, presupuesto y, pese a las diferencias políticas, ya cumple más de una década en funcionamiento.