
Mientras el candidato de derecha le apuesta a los recortes en el gasto, el aspirante de izquierda buscaría más recursos a través de impuestos
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Una de las preocupaciones que han mostrado los candidatos a la segunda vuelta de las elecciones para escoger el Presidente de la República tiene que ver con el gasto público y el tamaño del Estado.
Desde las campañas de Iván Duque y Gustavo Petro se tienen ideas muy diferentes de lo que debe ser Estado, de las entidades que se deben eliminar y crear y de cómo lograr esa reducción de gastos para poner control al déficit fiscal.
Son dos visiones muy diferentes del país. Una desde la perspectiva del ahorro del Estado para mantener un déficit fiscal dentro de los compromisos de la Regla Fiscal y otro que buscará recursos a través de la participación comunitaria para educación básicamente.
Iván Duque
Para el candidato de la coalición de partidos de derecha, liderado por el Centro Democrático, Iván Duque, Colombia lo que necesita es reducir el tamaño del Congreso: “Nosotros no podemos tener 166 representantes y 102 senadores. Yo creo que nosotros podemos tener perfectamente 100 representantes y 50 senadores y poner requisitos para llegar al Congreso que no sea solo la edad y limitar los periodos para Cámara a no más de dos periodos. Con respecto al sueldo, lo congelaría por 10 años lo cual implica una reducción del 40 por ciento en el tiempo. Ahora hay una realidad innegable y es que para un congresista corrupto el salario es lo de menos, entonces en el salario no está el disuasorio de la corrupción”.
Sobre el gasto público, el candidato propone una racionalización del gasto del Estado y la creación de herramientas para su clasificación y ejecución transparente, privilegiando la inversión, generando alertas tempranas para evitar despilfarro y proyectos desfinanciados.
Siendo senador, Duque propuso replantear el Sistema Nacional de Subsidios Sociales, ya que según él, el Gobierno nacional gasta anualmente cerca de 77 billones de pesos en dichos subsidios, más o menos, lo que costaría construir cinco veces el Metro de la capital de la República. Esta iniciativa forma parte del programa de gobierno que muestra a los ciudadanos en sus recorridos.
Lo que se busca es que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan y no se queden en manos de los corruptos.
Según el candidato, en el Gobierno y todo el sector público se viene gastando en gastos inútiles más o menos un billón de pesos al año. Eso fácilmente se podría reducir en 60 por ciento, pero al mismo tiempo el Gobierno creó una cantidad de agencias con responsabilidad vertical que perfectamente podrían estar bajo la responsabilidad de un Ministerio, y ha generado una expansión de la nómina del sector público en los últimos 7 años de cerca de 18.000 cargos, todo eso tiene un costo altísimo para el Estado.
“Por eso, mi filosofía ahí es eliminar todo lo que son gastos innecesarios y mejorar la fiscalización. La DIAN hoy tiene más plata, más personas y más tecnología. Entonces ese cuento de que la DIAN solamente fiscaliza al que declara hay que cambiarlo y también fiscalizar a aquellos que aún no declaran”, sostuvo.
Dijo que el Gobierno está desaprovechando los Tratados de Libre Comercio para mejorar la economía diferente a las rentas petroleras y por eso pide diversificar las ofertas exportables.
Gustavo Petro
Desde otra orilla ideológica Gustavo Petro, de la coalición de Colombia Humana y fuerzas de la izquierda, tiene una visión muy diferente de lo que tiene que ver con el Estado y su función.
Para Petro en materia fiscal hay que realizar una mayor inversión social, luchar contra la corrupción para disminuir el déficit fiscal, imponer los impuestos a los grandes capitales y eliminar la evasión.
Estos puntos han sido calificados por algunos analistas como inviables, si se tiene en cuenta que hoy por hoy la inversión social que se hace a través de los subsidios supera los 70 billones de pesos al año.
Sobre la posibilidad de imponer más tributos a los grandes capitales, esta iniciativa debería estar contemplada en una reforma tributaria y ser aprobada por el Congreso.
El aspirante de Colombia Humana también anuncia que se garantizará el acceso a la contratación pública, el cual será democrático, universal y transparente. La contratación directa será exclusiva de personas naturales que estén pendientes de formalización laboral. La contratación de obras y proveeduría de bienes y servicios tendrán trazabilidad por medios electrónicos, se hará con pluralidad de oferentes y se castigarán los intentos de colusión.
“El gasto público será transparente, ordenado y sin sobrecostos, solo así se podrán superar los tradicionales niveles de ejecución del presupuesto colombiano. Con transparencia y sin sobrecostos, nos mantendremos en el horizonte de la regla fiscal, sostiene la propuesta del candidato”, ha dicho.
De asumir Petro la Presidencia, en el presupuesto nacional se asignarán mayores recursos a la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura en sus diferentes niveles desde la atención integral de la primera infancia, la educación preescolar, la jornada completa y el acceso a educación superior.
Peto dijo que para lograr lo anterior se requiere de una lucha frontal contra la corrupción, que es la que se queda con los recursos que en muchas ocasiones el Estado destina a los sectores más vulnerables de la población.
Para el aspirante la administración pública debe ser sostenible y transparente con la autonomía institucional e independencia de los responsables de las políticas monetaria, cambiaria y fiscal. Consolidaremos sus equipos técnicos seleccionados por meritocracia. Promoveremos el tratamiento armónico de sus decisiones.