
Solo siete días faltan para que, cumpliendo el mandato constitucional, el jefe de Estado electo Iván Duque se presente ante Ernesto Macías, del Centro Democrático, para que actuando en esa ocasión como presidente del Congreso en pleno, le imponga la banda presidencial.
Todos los actos protocolarios y de organización del evento corren por cuenta del Ministerio de Relaciones Exteriores a cuya sede, el Palacio de San Carlos, a solo 150 metros de la Plaza de Bolívar, llegarán Duque y su familia para trasladarse luego a la Plaza de Bolívar, frente al Capitolio Nacional, cuando el Congreso esté listo para darle posesión.
Una de las dos comisiones nombradas por el pleno, tras llamar a lista y confirmar el quórum, irá a San Carlos para acompañar a Duque, porque la otra se dirigirá a la Casa de Nariño para invitar al presidente saliente Juan Manuel Santos a la ceremonia de transmisión del mando, que se concretará una vez el Congreso apruebe el acta de la sesión y el nuevo Jefe de Estado pueda empezar a ejercer sus funciones.
La seguridad en Bogotá correrá por cuenta de 4.200 policías de todas las dependencias distribuidos en hoteles, corredores de movilidad, la Plaza de Bolívar y el terminal aéreo de Catam a donde llegarán las delegaciones internacionales.
El esquema tiene un componente central en la seguridad pedido por el presidente Duque para garantizar el normal desarrollo de las marchas que se cumplirán en todo el país, convocadas por Gustavo Petro, para exigir respeto por la vida y rechazar la oleada de muertes violentas contra líderes sociales.
Netanyahu
Sin embargo, aún hay incertidumbre: ¿Quiénes representarán a la comunidad internacional durante la posesión de Duque?
De entrada hay al menos dos decepciones, dada la importancia que tienen para Colombia las relaciones con ambos países.
Por un lado, la delegación de Estados Unidos será liderada por Nikki Haley, embajadora ante las Naciones Unidas, quien estará acompañada por el saliente jefe de la delegación norteamericana permanente en Bogotá, Kevin Whitaker, y Kirsten Madison, subsecretaria de Estado para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley.
Y por otro, será la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, del Partido Popular, quien represente a España en la investidura de Duque, después de que Juan Carlos de Borbón, padre del rey Felipe VI, se excusara por consejo médico, debido a una lesión en la muñeca que le ha generado problemas musculares en la zona cervical y lumbar.
Esto quizás se compense con quien pudiera ser el visitante más importante durante la asunción de Duque: el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu llegará el lunes y se quedará en Bogotá hasta el jueves para aprovechar y dialogar con varios mandatarios latinoamericanos, principalmente el argentino Mauricio Macri, el hondureño Jimmy Morales y el guatemalteco Juan Orlando Hernández.
Duque, que ha dicho que quería mejorar las buenas relaciones con Israel, dijo en mayo, durante un evento de campaña, que no descartaría “la posibilidad de colocar la sede diplomática en Jerusalén”.
Latinoamericanos
Con todo, es bueno el panorama de la presencia de los jefes de Estado continentales.
Desde el lunes estará en la capital el saliente mandatario mexicano Enrique Peña Nieto, luego de tomarse unos días de vacaciones, pocas semanas antes de que le entregue las funciones de gobierno a su sucesor Andrés Manuel López Obrador, ceremonia programada para el 1 de diciembre.
Al cierre de esta edición solo estaba confirmada la presencia de Peña, pero salvo fuerza mayor también habrán de hacerlo sus colegas de Chile (Sebastián Piñera) y Perú (Martín Vizcarra), todos tres socios de Colombia en la Alianza del Pacífico, participación que Duque quiere continuar.
También el presidente electo de Paraguay, Mario Abdo Benítez, anunció que acudirá a la toma de posesión de Duque, gesto que seguramente será respondido en igual forma el 15 de agosto, cuando se produzca la transmisión de mando en Asunción.
Pero algunas ausencias estaban previstas. “Hay algunos que no necesito tomarme la molestia de no invitarlos, porque no van a venir”, dijo Duque hace poco en una entrevista.
En esa categoría se destacan dos figuras políticas latinoamericanas: el presidente venezolano Nicolás Maduro y el exmandatario cubano Raúl Castro.
En la campaña presidencial, Duque fue suficientemente explícito en lo que será su actitud ante el régimen de Venezuela y en particular frente a Maduro, a quien considera un dictador.
Hay que tener presente que uno de los mayores desafíos de Duque será afrontar el flujo migratorio creciente desde Venezuela.
En contraste, sí está confirmada la presencia del boliviano Evo Morales, según lo informó el ministro de la Presidencia de ese país Alfredo Rada, precisando que vendrá a Bogotá y regresará a La Paz el mismo martes 7 de agosto.
Ya se sabe que, una vez culminen los actos protocolarios en Bogotá, Duque viajará al archipiélago de San Andrés para reunirse con la población raizal, para anunciar un plan que buscará sacarlos del abandono estatal.
Y el jueves, Duque se reunirá con el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, en Tibú, donde buscará el acercamiento con la comunidad, en pleno corazón del Catatumbo.