
La Ley 1820 de 2016, de Amnistía, fue aprobada por el Congreso y ratificada por la Corte Constitucional como parte de la implementación del acuerdo de paz. No obstante, en los últimos días se presentó una controversia entre el alto comisionado de paz Miguel Ceballos y el exministro del Interior, Guillermo Rivera.
Ceballos ha dicho que la Ley de Amnistía quedó mal hecha porque, “la palabra secuestro no aparece en ninguna parte de la Ley 1820 y por eso es que el gobierno Duque quiere evitar que en el futuro una interpretación errada vaya a llevar a pensar que hay secuestros buenos y secuestros malos, todos son malos”.
Sin embargo, el exministro Rivera trinó que, refiriéndose a Ceballos, “me sorprende la ausencia de rigor que exhibe su comentario en materia de DIH. El literal a) del parágrafo del artículo 23 de la Ley1820/16 excluye de la conexidad con la rebelión la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad”, agregando que, taxativamente, el “secuestro no es conexo”.
Añadió el exfuncionario que “el acuerdo de paz se hizo sobre la base de reconocer la existencia del conflicto armado y por lo tanto uno de sus marcos jurídicos es el DIH. Por eso las expresiones ‘crimen de guerra’ y ‘toma de rehenes’ se usan en la Ley de Amnistía”.
Por su parte, Ceballos sentenció: “Le quiero responder al exministro muy amablemente, que fue uno de los que hizo la Ley de Amnistía. En esa Ley, que es la 1820 de 2016, se dice que no habrá la posibilidad de indulto para los delitos de toma de rehenes y para las graves privaciones de la libertad. Qué colombiano entiende que el Ministro del Interior que hizo esos acuerdos confunda en el Código Penal un tipo legal que es la toma de rehenes, que es privar de la libertad a una persona para forzar a la contraparte a hacer algo, que es totalmente distinta al tipo penal de secuestro. Y además que en esa Ley, que en mi concepto quedó mal hecha, se mencione la palabra ‘graves privaciones de la libertad’. Cómo le digo a un hijo mío o al hijo de un amigo, o a mi mamá o a mi abuela, que hay unas ‘privancioncitas’ de la libertad, hay ‘secuestricos’”.