
La coagente del colectivo jurídico que defiende los intereses de Colombia en la Corte Internacional de Justicia frente al litigio planteado por Nicaragua, dijo que su pueblo ha dado una lucha por preservar su cultura
En el equipo que integró el Gobierno para defender los intereses de Colombia en la Corte Internacional de Justicia frente a pretensiones de Nicaragua, que tras resolverse una primera demanda sobre el archipiélago de San Andrés y Providencia, ahora plantea extender su plataforma continental hacia nuestras costas, hay una bióloga y física de la etnia raizal, Elizabeth Taylor Jay, quien anotó que por esto ha recibido voces de respaldo de su pueblo.
Los raizales, la etnia originaria del Archipiélago de San Andrés y Providencia, podrían ser los colombianos más afectados por las pretensiones de Nicaragua porque el mar es su vida, pues históricamente se han dedicado principalmente a la pesca y es base de su cultura.
En 2012, la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos, en un primer fallo en este litigio reconoció a Colombia la soberanía sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Pero al trazar el límite marítimo, nuestro país perdió más de 70 mil kilómetros cuadrados de mar.
El actual Gobierno integró un nuevo equipo de defensa para atender la última demanda nicaragüense en la Corte Internacional de Justicia, como se dijo la plataforma continental extendida. Para ello quiso que el pueblo raizal tuviera en La Haya a una representante como coagente, que por ende conoce como ninguno en el grupo su idiosincrasia, necesidades y la forma de esta etnia sentir la vida.
Taylor Jay, nacida en la isla de Providencia, es bióloga y física, con maestría en protección del medio marino. Fue embajadora de Colombia en Kenia y será embajadora en misión especial para el Caribe.
Fue gerente de la Corporación Ambiental Coralina y gestora de la reserva de la biósfera Seaflower, ubicada en aguas colombianas y nicaragüenses.
Oportunidad para las etnias
Taylor dijo en diálogo con EL NUEVO SIGLO que “el mar es la esencia del raizal, por nuestras venas no corre sangre sino agua salada. Nuestra espiritualidad está totalmente conectada, es indivisible lo que nosotros hacemos y lo que somos sin tener en consideración el mar, sus recursos de manera integral desde el fondo hasta la superficie”.
Agregó que entonces por el litigio con Nicaragua, “siempre hay preocupación de nuestra comunidad, pero este equipo que ha conformado el nuevo Gobierno, hemos trabajado de manera mística, de manera profesional y con todo el rigor además que se requiere para hacer una defensa de nuestro país frente a las pretensiones que hoy se tienen con el último caso que hay ante la Corte Internacional de Justicia”.
Manifestó Taylor también que “para mí es una oportunidad, no solo como miembro de una comunidad étnica en nuestro país representar al pueblo raizal en un tema tan crucial y tan fundamental para el desarrollo y la sostenibilidad de nuestro pueblo; pero al mismo tiempo también servir de ejemplo y de modelo a otras etnias en nuestro país en este nuevo giro que se está dando frente a cómo se ve el tema de las etnias, se ve el tema de la inclusión frente a los diferentes grupos que habitamos el territorio colombiano”.
Conexión con el Archipiélago
El trabajo como diplomática así como su participación en calidad de bióloga y física en varias negociaciones internacionales en materia ambiental, han tenido a Taylor por algunos años fuera de su querido territorio insular.
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Sin embargo, acentúa que esto no la desconecta de lo que allí ocurre porque viaja permanentemente a ese territorio, además de que “en esta era de tecnología, no hay forma de que no esté conectada con el archipiélago. La mayoría de mi familia está en San Andrés y Providencia, mantengo comunicación permanente con diversos liderazgos, pero también comunicación con personas de la academia y de las artes”.
Agregó que ha recibido un respaldo amplio de la comunidad raizal al trabajo que está haciendo, “he tenido la oportunidad de reunirme personalmente el año pasado con líderes de las organizaciones de base raizal: pescadores, la autoridad raizal, los que están en las actividades agropecuarias y otros frentes de liderazgo en al archipiélago, y ha sido bien recibida mi designación, y estoy muy agradecida además por los votos de confianza que no solo me ha dado el Gobierno colombiano sino el pueblo raizal”.
Futuro del archipiélago
Taylor dijo que el pueblo raizal ha dado una lucha por mantener su cultura, su lengua y formas de ser frente al fenómeno de otras poblaciones de colombianos que han llegado a vivir allí desde el continente, así como el creciente turismo.
Indicó que el puerto libre que se declaró en el año 1953, “que trajo un nuevo modelo de desarrollo para nuestras islas, cambió la economía que era de pan coger y de la pesca, y el turismo se fue permeando más”.
Expresó Elizabeth Taylor Jay que ahora “están llegando más, según la información última que proporcionó la Gobernación de San Andrés, alrededor de 1.300.000 turistas en el último año, y eso es algo para mí sin precedentes en una isla bastante pequeña, con ecosistemas bastante frágiles, ecosistemas arrecifales, pero también la vulnerabilidad de las aguas subterráneas”.
Explicó que la población raizal no ha vivido del negocio del turismo sino que han sido más inversiones de afuera del archipiélago, “pero que al final hay que buscar hacer, como el Presidente lo ha dicho, un proceso de decrecimiento de ese desarrollo infinito de la cantidad de turistas que podrían llegar al archipiélago, y lograr ese desarrollo sostenible que fue ese gran sueño de la reserva de la biósfera Seaflower cuando se declaró”.
Detalló Taylor que cuando habla de desarrollo sostenible del archipiélago se refiere también a que haya buena calidad de vida para todos los habitantes, “que la cultura raizal se mantenga y sea el centro también del desarrollo humano, que los que viven allá puedan apropiarse de esa cultura y no entrar en conflicto con ella”.
Tras las recientes audiencias orales en La Haya en donde Colombia presentó sus argumentos desestimando las pretensiones de Nicaragua de extender su plataforma continental, la Corte Internacional de Justicia emitirá un fallo.
“Como lo hemos dicho en varios escenarios es un caso complejo, no podemos anticiparnos a los resultados, y por eso se ha pedido bastante prudencia y esperar el fallo que la Corte vaya a tomar este año”, dijo la coagente.