
Durante seis años, Juan Alfredo Pinto fue el embajador de Colombia en la India, tiempo suficiente para intentar comprender una cultura muy compleja y que aún se ve con muchos prejuicios y con poco entendimiento desde Occidente.
Pinto recuerda que a pesar de que le plantearon en primera instancia la posibilidad de representar a Colombia en Malasia, el entonces canciller Fernando Araújo lo recomendó al expresidente Álvaro Uribe, pues de acuerdo con el perfil que se necesitaba, cumpliría una labor mucho más eficiente en la India, donde el jefe de Estado quería intensificar las relaciones diplomáticas.
Relaciones tímidas
De esta manera, Pinto llegó a Nueva Delhi en 2007, cuando la India apenas mostraba la vocación de convertirse en una nueva potencia global y su relación con América Latina en general, y con Colombia en particular, era todavía muy débil.
El diplomático, quien habló con EL NUEVO SIGLO, dijo que “lo más importante que había pasado entre los dos países fue que su relación se inició en 1959 y entre los hitos que se lograron construir estuvo una visita de Indira Gandhi a Colombia (1968) y algunos encuentros digamos de significación en torno a la fundación de movimiento de los No Alineados, donde Jawaharlal Nehru había jugado un papel importante como uno de los líderes, junto al mariscal “Tito” de la antigua Yugoslavia y de Gamal Abdul Nasser, el presidente de la República Árabe Unida, que fueron los líderes de ese movimiento. Entonces ahí Colombia apareció cuando fue sede de una conferencia, pero de resto la relación era de muy baja intensidad, el país recuerdo que exportaba fundamentalmente ferroníquel en magnitudes no muy importantes”.
Pinto agregó que a él le correspondió cambiar esa historia por una relación que empezó a explorar sistemáticamente variables nuevas. Su permanencia en el país asiático culminó en 2013, cuando el presidente era Juan Manuel Santos.
Recuerda que gracias a su gestión se empezaron a realizar inversiones indias en Colombia. “En lo comercial se empezó a abrir el mercado para bienes colombianos: petróleo, energéticos derivados, algunas maderas especiales y algunas frutas tropicales. Entonces la relación empezó a cambiar. En el tema petrolero India se convirtió en un comprador importante del país porque el desarrollo industrial de los indios empezó a demandar grandes cantidades de energéticos refinados y Colombia fue en un proveedor importante de la nación asiática”.
“Y a la vez nuestra intensificación de relaciones con becarios en India, con universidades, con los gremios empresariales, pues nos llevaba a una dinámica de inversiones de India en Colombia. Durante los seis años logré con mi equipo movilizar 34 compañías indias que se establecieron en Colombia”, destacó el exembajador.
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Punto de vista personal
Pinto asegura que todo ser humano debiera visitar por lo menos una vez la India, al que considera el país más diverso de la Tierra. “Ahora, muy pronto, ya el año entrante pasará a ser el país más poblado y si uno lo conoce puede constatar que en el mundo existe la diferencia, es un país que la manera como procesa la vida y el entendimiento, o sea, la filosofía en el sentido de vivir, es realmente distinta, y entonces hay gente que no se logra acomodar con la India”.
También explica que “las manifestaciones de pobreza son notables, porque lo que podríamos llamar en el lenguaje occidental ‘las brechas sociales’ son notables, porque aunque las castas se eliminaron constitucionalmente el castigo aún existe, tiene ciertas manifestaciones. Ya no tan notables como en el pasado, pero significativas”, asegura.
A Pinto le sorprende cómo dentro de un mismo país hay tanta diversidad y contrastes: “Porque hay 23 idiomas oficiales con miles de dialectos; porque hay 13 grandes religiones y todas tienen presencia allí; porque es un país cuna de religiones muy significativas; porque tiene una historia demasiado extensa, compleja; porque entre estados de la India no siempre los ciudadanos se pueden hablar, porque la diversidad y el número de lenguas es muy extenso. Si usted observa un billete de 100 rupias, encontrará que la magnitud de 100 rupias aparece escrita en 18 idiomas en una de las caras del billete”, observó.
Matrimonio en la India
¿Cómo podría describir la India de manera concreta? En muchas ocasiones le han hecho esta misma pregunta y asegura que siempre da el mismo ejemplo para responder. “Suelo utilizar como ejemplo la relación conyugal. En buena parte del mundo uno se enamora para casarse, en India uno se casa para enamorarse. El 60 % de los matrimonios son arreglados y el 60 % de ese 60 % se conoce prácticamente el día de la boda, en los contrayentes la boda es el suceso máximo de la vida”.
Pinto asegura que después de dar este ejemplo vuelven y le preguntan: ¿y esos matrimonios funcionan? “Por supuesto que funcionan, las tasas de divorcios son bajas y la manera como se configura esa realidad afectiva es distinta al resto del mundo”, contesta.
Entre lo rústico y lo moderno
El exembajador narra cómo en bastantes zonas de las ciudades principales se encontrará la vida mezclada con lo animal, con lo ambulante, “la informalidad plena y al mismo tiempo encontrarás la síntesis de un metro extenso, veloz. También se pasa a la clásica vida en India, donde generalmente en una vivienda están tres generaciones: la de los abuelos, la de los padres, la de los hijos, con una sola cocina”.
Recuerda que alguna vez tuvo que usar el servicio de ambulancia. “Al mismo tiempo con la vida nuclear, moderna, profesional de una sociedad vibrante en las tecnologías de información. Yo padecí enfermedades en India, y debí saber lo que era la dificultad de que una ambulancia me llevara a un centro de urgencia y se presentaran inconvenientes por el tema del camello, por el tema del elefante, por el tema de las vacas en las calles, etc.”.
También resalta sus avances: “al mismo tiempo poder disfrutar sus maravillas de una sociedad que en un solo día lanza 22 satélites para distintas potencias del mundo, la misma sociedad que hoy produce los ejecutivos de las tecnologías de información corporativa en casi todo el planeta, la misma que hoy ocupa un lugar extraordinario en la manufactura mundial, la misma que hoy produce más de 900 largometrajes por año en el fenómeno de Bollywood”.
Por último, recuerda lo que alguna vez le dijo un empresario indio y que encaja perfectamente con ese país: “la India es todo lo que puedas imaginar y todo lo que aún no has imaginado”.