UN MENSAJE claro envió ayer el fiscal Francisco Barbosa al presidente Gustavo Petro, durante su participación en el foro ‘La justicia como guardián de la institucionalidad’, celebrado en Villa de Leyva, Boyacá.
Durante su intervención, el titular del ente acusador se refirió a la importancia que tiene la institucionalidad en las próximas elecciones regionales, las cuales deben efectuarse en el marco de la equidad y justicia.
Por lo mismo, recordó que el mandatario nacional fue escogido en un proceso carente de irregularidades en 2022.
“Gustavo Petro fue elegido presidente de la República, sin que se hubiera trasladado una sola mesa en este país, la institucionalidad le garantizó que él fuera presidente”, destacó.
Pero también aprovechó la oportunidad para hacerle un llamado contundente al jefe de Estado, ya que, como cabeza de gobierno, debe lograr que haya en los comicios regionales del 29 de octubre la misma integridad que hubo en las presidenciales del año pasado.
“Uno pediría que él (presidente Gustavo Petro) garantice a la institucionalidad que las elecciones, se produzcan libremente hoy”, manifestó Barbosa desde Villa de Leyva.
Como se sabe, tanto la Fiscalía como Procuraduría han denunciado violencia electoral por parte de grupos armados al margen de la ley en algunas regiones del país, por lo que han solicitado la intervención del Ejecutivo para evitar que la injerencia de ilegales destruya la democracia en el país.
La preocupación
En medio del foro, el fiscal Barbosa expresó su preocupación por la imagen de las instituciones hoy en día.
“(…) tenemos un nivel de desconfianza profundo sobre las instituciones, un nivel de desconfianza impresionante a nivel social (…), hoy nosotros estamos viviendo permanentemente sobre la base de la sospecha, sospecha a la Rama Judicial, lo que lleva a que se busquen organismos internacionales (…), hay 3.800 decisiones de jueces en los últimos 3 años contra grandes casos de corrupción en Colombia; es decir, Colombia responde y hemos venido respondiendo”, destacó el jefe del ente investigador.
Por lo mismo, refirió sobre la necesidad de que exista en el país instituciones fuertes para promover cambios en la sociedad.
“Todo cambio se tiene que producir dentro de la institucionalidad del país, en ese sentido usted puede transformar sociedades, usted puede equilibrar sociedades, pero sobre la base de unos pilares esenciales que han compuesto el Estado de Derecho en Colombia. Entre ellos por ejemplo: la libertad, principio esencial dentro de un Estado democrático, donde la gente pueda libremente tomar decisiones, asociarse, generar iniciativas, ser innovadores y construir sobre esa base unos pilares para re equilibrar una sociedad”, apuntó.
También aseguró que dentro de esos principios está la justicia, la cual resulta imprescindible por ser, a juicio del fiscal general, un elemento central del equilibrio de poderes.
“Cuando la justicia no es acompañada desde la institucionalidad, cuando la justicia es vista como un factor instrumental, es decir: ‘yo necesito la justicia para que me levanten la suspensión de órdenes de captura de extraditables, sin fundamento jurídico’, o ‘yo utilizo y quiero llevar al Congreso propuestas para beneficiar el narcotráfico en Colombia’, cómo denunciamos en su momento, pues en ese momento hay unos pilares que se tocan e inmediatamente se generan unas tensiones institucionales”, apuntó.
Pese a las preocupaciones por la imagen que pudiera tener la institucionalidad ante las comunidades, destacó que él sí confía de las instituciones como un eje de transformación.
“(…) soy optimista frente al país, soy optimista porque el país no tiene dueños, soy optimista porque el país no tiene decisiones últimas, soy optimista porque la democracia es un fenómeno que implica recambios, diálogos y transformaciones, y soy optimista porque es mucho más la institucionalidad colombiana que las personas que representamos muchas veces estas instituciones”, manifestó Barbosa.
También hizo referencia al cambio que ha experimentado Colombia desde que entró en vigor la Constitución Política de 1991.
“Aquí no podemos partir de la base de que hay unos grupos que han causado daño en Colombia. Aquí hemos construido un país, el país que conoció el presidente Gustavo Petro, y del cual sufrió seguramente su persecución en los años 80, es un país distinto al de hoy”, finalizó.