
Quizás, consciente de que era necesario confirmar como presidente electo las propuestas de campaña, el sábado siguiente a su triunfo en las urnas Iván Duque fue a Gómez Plata, Antioquia, para decirle a la gente que “hoy empieza el estilo de nuestro de gobierno: con la ciudadanía, con afecto, con amor, con diálogo”.
No es un misterio por qué escogió esa población: allí nació su difunto padre. ¿Qué mejor lugar para que la gente pudiera saludarlo ya no como candidato presidencial, sino como mandatario electo? No en vano, el 71,97% de los paisanos de su progenitor votaron por él en primera vuelta, proporción que llegó a 87,23% en segunda.
En la sede de la Alcaldía de Gómez Plata, Duque se reunió con 25 mandatarios locales antioqueños para decirles que “esto es un compromiso de lo que queremos sea nuestro gobierno. Nuestro gobierno va a estar en el territorio, en los municipios, con la ciudadanía. Lo nuestro es el ejercicio de la Presidencia al servicio del pueblo colombiano”.
Duque precisó que en los próximos cuatro años se dedicará a recorrer el territorio nacional “dándole a los ciudadanos la presencia del gobernante; escuchando, para que nosotros saquemos adelante una gran agenda social; así que alcaldes, prepárense porque vamos a trabajar por ustedes”.
“Acá van a tener un Comandante en Jefe que va a estar desde tempranas horas de la mañana pasando revista, hablando con las Fuerzas Militares, devolviéndole a los alcaldes el diálogo directo”, señaló.
La misma idea se las planteó 20 días más tarde a los alcaldes afiliados a la Federación Colombiana de Municipios (Fedemunicipios) y poco después a los burgomaestres agremiados a la Asociación Colombiana de Alcaldes de Colombia (Asocapitales), así como a los mandatario seccionales cobijados por la Federación Nacional de Departamentos (FND).
El 12 de julio les dijo a los primeros que “no quiero ver más alcaldes llegar a Bogotá para entenderse con el gobierno, portando un maletín, y esperando largas horas en antesalas en los despachos públicos. Yo quiero que los funcionarios del Gobierno nacional reciban con prelación a todos los alcaldes de Colombia”.
Y el 18 de julio, tras el encuentro con Asocapitales, Duque reiteró que para garantizar la presencia y participación activa del Gobierno nacional en todo el territorio habrá en la Presidencia un Alto Consejero trabajando con las regiones, “pero sobre todo voy a estar yo apersonándome de esas materias, visitando periódicamente también los territorios con los Talleres Construyendo País, y haciendo también lo que llamaré los Talleres Sectoriales, con los distintos sectores sociales y de la producción, porque quiero ser el presidente del diálogo social en Colombia”.
A los gobernadores Duque les dijo el 25 de julio que su gobierno estará abierto al diálogo, cercano a los mandatarios departamentales y tendrá presencia permanente en las regiones.
Un día antes se había reunido con su gabinete. Allí les expresó a los integrantes de su equipo más cercano que “queremos hacer mucho énfasis en ser un gobierno orientado a los resultados, en ser un gobierno con austeridad”.
El diálogo permanente que se propone adelantar Duque no es solo con los mandatarios regionales y locales.
Al reunirse con los miembros de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Accefyn), declaró que “esperamos pronto reactivar el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, también reactivar esa ‘Misión de Sabios’ que se dio en los años noventa, e invitar nuevos participantes para asesorar al próximo gobierno en las decisiones que debemos tomar”.
Luego sostuvo un encuentro con los sectores que conforman la Sociedad Agricultores de Colombia (SAC), a los que Duque les anunció una “mesa permanente de trabajo” con el sector agropecuario, de manera que se pueda trabajar por la justicia social del campo.
El 27 de julio, luego de entrevistarse con el defensor del Pueblo, Carlos Negret, Duque puso de presente su deseo por “iniciar desde el primer día del gobierno un diálogo social con las organizaciones, para que velemos en todo el territorio por los derechos de las minorías étnicas”.
Nuevos ministerios
En realidad, Duque solo se ha comprometido con la creación de dos ministerios.
En primer lugar está el de la Familia y la Mujer, propuesta de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.
Hace unos días, Duque se comprometió a respaldar la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, proyecto que está a medio camino en el Congreso tras ser radicado el año pasado por el representante John Jairo Roldán y el senador Iván Darío Agudelo, ambos liberales antioqueños.
En campaña, Duque dijo que “crearemos el Viceministerio de Economía Naranja en el Ministerio de Cultura”.
Sin ‘mermelada’
La semana pasada, Duque se reunió por separado con las bancadas de los partidos Centro Democrático, Conservador, Liberal y La U.
Según el presidente del Senado, Ernesto Macías, del Centro Democrático, el Jefe de Estado “fue muy claro con las bancadas y les dijo que la relación debe ser institucional a través de los proyectos que son de país y que ese será el manejo. Todos los que asistieron estuvieron de acuerdo y no habrá mermelada”.
Talleres Construyendo País
A los alcaldes asociados en Fedemunicipios, Duque les anunció que “todos los sábados estaremos en los territorios haciendo un taller Construyendo País, en los distintos municipios de Colombia para escuchar su realidad y para que el gobierno de nuevo retome el diálogo con cada uno de los integrantes de los municipios”.
Acuerdo Nacional
Duque planteó la construcción de un gran Acuerdo Nacional entre todos los sectores sociales con el objetivo de unir el país y derrotar la pobreza.
“Yo quiero unir a Colombia, yo quiero que la posibilidad que se perdió después del 2 de octubre de 2016 de forjar un gran Acuerdo Nacional que se construya rápidamente”, manifestó durante la entrega de la credencial en el Consejo Nacional Electoral (CNE).