EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está viendo el discurso del presidente Gustavo Petro hoy en el país?
ÁNGEL BECCASSINO: En general, siento que es un discurso que no define situaciones, sino que genera incertidumbres y que trata de cambiar conflictos que se van presentando sobre la marcha. Es un discurso táctico con grandes planteamientos ideológicos, pero con poco aterrizaje en el país a mediano y largo plazo.
ENS: ¿Es buena o mala la estrategia comunicacional que está implementando el Gobierno actual?
ÁB: Es pésima porque no comunica el sentido de las gestiones que está haciendo, no genera calma en el país, no genera equilibrio con los distintos factores que participan de las crisis que se están presentando. Pero, fundamentalmente, no comunica el sentido de lo que pretende hacer o lo que dice que pretende hacer.
Entonces, no hay comunicación, no hay conversación verdadera con el país. Hay un monólogo presidencial que se parece al de la campaña política.
Las repercusiones que deja esto es inquietud e incertidumbre, además la falta de comprensión del sentido que desea el Gobierno.
Ahora, hay que aclarar algo: la gestión presidencial en Colombia ha adolecido de falta de buena comunicación y es parte de las incertidumbres que se van generando en el país, a través de los años y que no se resuelven.
Este Gobierno tiene mayores deficiencias en la comunicación que otras administraciones.
Estrategia
ENS: En comparación con otros Gobierno, ¿cómo está la estrategia de comunicación de la administración Petro?
ÁB: Hay una diferencia grande. Petro genera expectativas con su discurso particular, pero su Gobierno no tiene comunicación con el país. El país no está en una conversación con ninguna de las áreas de Gobierno, con los ministerios y con sus iniciativas.
Colombia recibe información de la iniciativa de cada uno de los Gobiernos, pero dicha información vertical no tiene explicación.
ENS: La oposición dice que el presidente colombiano sufre de bipolaridad discursiva, pues un día dice una cosa y al otro día, otra totalmente distinta. ¿Usted qué cree?
ÁB: Creo que el presidente ve claridad en las cosas que piensa, pero las expresa un poco al vaivén del viento de cada día. Como tiene una especie de exhibicionismo discursivo, entonces se engolosina con la palabra. En ese fluir de la palabra cae en contradicciones.
ENS: ¿Cree que la bandera del cambio, como estrategia de posicionamiento político, está funcionando?
ÁB: Creo que él prometió cambios y cuando llegó al Gobierno, lo que insistió con vehemencia desaforada fue en reformas. No hubo cambios, sino en retoque de las cosas. El país tuvo expectativas de que ocurrieran realmente cosas, de que hubiera cambios y no los hay.
¿Lo habrá? Pues esa es la gran interrogante hoy en día. La ruta de más de un año de Gobierno está mostrando dificultades crecientes para que haya algo que uno pueda señalar como cambio, que implica cierta ruptura con un pasado en los distintos temas en los que se apliquen cambios, además de una proyección clara hacia un futuro. Eso no lo hay.
Crisis
ENS: ¿Cuáles son los principales aspectos que explican la crisis en las encuestas del presidente Gustavo Petro y su gestión?
ÁB: Creo que al presidente Gustavo Petro lo está castigando el país, en su opinión sobre la gestión del Gobierno, sobre esa incertidumbre que genera y la falta de concreción de lo que prometió en campaña, además de las expectativas que creó en la gente.
Al sentirse así, la gente reacciona en muchos aspectos de forma exageradamente negativa. Es como si hubiese un mal genio en el país por sentirse defraudado y ese mal genio hace que se califique negativamente cosas que probablemente no lo son tanto.
ENS: ¿Esta campaña electoral se va a definir entre petrismo y antipetrismo? ¿Cuáles podrían ser los otros ejes?
ÁB: El 29 de octubre, el país se independiza de las promesas de Gustavo Petro y del Pacto Histórico. Votará mirando hacia direcciones locales. No mirará en coherencia a lo que eligió para el Gobierno Nacional. El resultado, según mi lectura de lo que veo en regiones, no será favorable a lo que compuso el Pacto Histórico.
Acá hay otro factor que debe analizarse y es que el Pacto Histórico ya no existe como tal, y sigue comportándose en el imaginario como una suerte de fantasma que aún estuviera vigente. Pero lo que hay es una fragmentación de lo que fue el Pacto Histórico.
Esa fragmentación, en la mayoría del país, no va a tener un comportamiento demasiado feliz por la respuesta de los electores.
ENS: ¿Cree que, como lo han dicho otros expertos en temas políticos, el presidente Gustavo Petro se le irá su gestión respondiendo controversias en lugar de gobernar?
ÁB: No importa lo que yo crea. Espero que el presidente, después del comportamiento electoral del país en octubre y después de no haber logrado la aprobación de sus tan famosas e insistidas reformas, tome decisiones que hagan que el año próximo y los siguientes sean más positivos para el país, de lo que han sido estos meses que llevamos.