Duque y Santos se reunirían el jueves | El Nuevo Siglo
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Lunes, 18 de Junio de 2018
Redacción Política

Se espera que el jueves se den los primeros encuentros entre los equipos designados por los presidentes electo Iván Duque y saliente Juan Manuel Santos para emprender el proceso de empalme entre las dos administraciones.

De parte del Gobierno se sabe que Santos designó a los ministros de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y de Comercio, María Lorena Gutiérrez, junto al secretario general de la Presidencia, Alfonso Prada; del equipo de Duque solo se sabe que será liderado por el exministro Alberto Carrasquilla.

La ministra Gutiérrez declaró ayer que “el proceso de empalme será organizado, transparente y objetivo, donde se miren los temas que se hicieron, los logros, las cosas que se deberían continuar y las cosas pendientes”.

Por su parte, Carrasquilla sostuvo que “el presidente electo ha sido muy claro en que él le quitó al automóvil el espejo retrovisor. Nuestro carro no tiene espejo retrovisor. Solamente miramos para adelante. No se trata de analizar con espíritu de menospreciar las cosas que se han hecho bien. Se trata de ponerle punto a lo que necesita corrección”.

Desde el actual Gobierno “ya está organizado por sectores, y desde la Presidencia de la República queremos que sea lo mejor para Colombia, que realmente se construya sobre lo construido”, dijo a su turno Gutiérrez, quien anotó que se buscará que “haya una transición lo más armónica, lo más objetiva, lo más transparente, y que sea en bien de todos los colombianos”.

Carrasquilla explicó que “simplemente voy a hacer unas sumas y unas restas para darle al presidente electo las mejores herramientas”, precisando que su papel será “ver qué cosas están funcionando, ver qué regular y cuáles mal. Luego, darle al nuevo Gobierno la nueva herramienta para que arranque con pie derecho”.

En palabras del ministro del Interior, Guillermo Rivera, "el Gobierno está en toda la disposición de empezar muy pronto el proceso de empalme”, recordando que Santos ha dicho que “este es un gobierno de talante democrático, es un gobierno institucionalista".

 

Temas calientes

Pero si bien el ambiente pinta cordial, en algún momento los equipos de Duque y Santos tendrán que tratar temas realmente calientes.

Por ejemplo, Gutiérrez puso de presente que “este proceso de empalme es diferente a otros, porque tenemos el empalme de la implementación del proceso de paz, que no existía en anteriores gobiernos”.

Sobre este tema, Gutiérrez señaló que “lo estamos coordinando con el vicepresidente de la República, general Óscar Naranjo, y estamos esperando coordinarlo con el equipo del presidente electo”.

Durante la campaña, Duque apuntaló la oferta de corregir, sin hacer trizas, el acuerdo con las Farc, mencionando que buscaría que los desmovilizados jefes guerrilleros acusados de delitos atroces paguen un mínimo de cárcel y queden inhabilitados para ejercer como congresistas.

Sobre este aspecto, el mismo domingo el partido Farc emitió un comunicado el que llamó a Duque a la "sensatez" y a no burlar lo pactado.

Duque, que además propone endurecer las condiciones para el diálogo en curso con los rebeldes del Eln, dijo que respetará lo acordado para que los excombatientes se reincorporen socialmente.

Otro asunto no mencionado, pero en el que apremian las soluciones, es el inédito flujo migratorio de venezolanos que huyen de la crisis económica. Como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, en los últimos 16 meses han llegado más de un millón de personas provenientes de Venezuela.

Para Duque, "hasta que no termine esa dictadura el flujo migratorio no parará. Así cerremos la frontera, estas son porosas y continuará la migración", por lo que este tema va íntimamente ligado a la presión internacional que pretende liderar contra lo que considera una "dictadura" presidida por el "genocida" Nicolás Maduro.

El presidente electo ha dicho que quiere denunciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) junto a otros gobiernos y devolver la democracia al país petrolero con ayuda de la OEA.

Y como si no fuera suficiente, está el disparado incremento de los narcocultivos que le valieron a Santos un severo llamado de atención de Estados Unidos, su tradicional aliado y principal mercado de la droga colombiana.

Duque, que quiere una buena relación con Donald Trump, ofreció reactivar las fumigaciones antidrogas con un herbicida diferente del glifosato -prohibido por ley-, lo que seguramente le abrirá un frente de tensión con los campesinos cocaleros.

El mandatario electo admitió el domingo que el crecimiento de las siembras de coca "amenazan la seguridad nacional".

Y sin anticipar una estrategia en concreto, esbozó una política de seguridad para "campos" y "ciudades" que involucra la lucha frontal contra el narco en momentos en que las mafias mexicanas están financiando a los disidentes de las Farc que copan espacios dejados en las fronteras con Ecuador y Venezuela.

De otra parte, al margen del empalme propiamente dicho, Duque conformará uno varios equipos que busquen concretar lo que el mandatario electo denominó el domingo como el "gran pacto" para que "nos concentremos en la reforma fiscal, en la reforma a la salud, en la reforma a la educación, a la justicia, en la reforma agraria y en la reforma pensional".