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Miércoles, 30 de Enero de 2019
Redacción Política

El relleno sanitario de Doña Juana viene sirviendo a Bogotá desde 1988. Allí se depositan más de 6 mil toneladas de residuos sólidos que a diario producen sus habitantes. Estaba presupuestado que en 2007 colmara su capacidad, no obstante, producto de algunas adecuaciones, se extendió su vida útil hasta 2022.

En todo este tiempo el relleno no ha estado exento de polémicas, como en 1997 cuando una acumulación de gases provocó el deslizamiento de más de 500.000 toneladas de basuras, situación que produjo una gran emergencia ambiental en los barrios aledaños de Ciudad Bolívar, afectando a miles de habitantes.

Los residentes en los barrios circunvecinos han pedido cerrar el relleno y ubicarlo en otra zona de la ciudad o en las afueras por los malos olores, moscas y roedores. Pero no han sido muchas las opciones para encontrar otro sitio.

Sin embargo, el pasado lunes el alcalde Bogotá, Enrique Peñalosa, anunció que se prolongará la vida útil del relleno Doña Juana.

“Todos los estudios muestran que no hay ningún otro sitio distinto a Doña Juana (…) sin ni siquiera ir a nuevas áreas, solo en las áreas actuales con una optimización, operar durante 36 años adicionales”, indicó Peñalosa.

Por su parte la directora de la Unidad de Servicios Públicos, Beatriz Cárdenas, explicó que “en la zona se requiere la construcción de unos muros de contención con la misma arcilla, arenisca y piedra que tiene el relleno, en un borde de más o menos 25 hectáreas, y esto nos permitirá disponer residuos”. También harán vías nuevas.

Cárdenas dijo “vamos a garantizar menos olores y menos vectores porque desde hace tres meses las coberturas las estamos haciendo con la misma arena del relleno, así estamos mitigando para que la comunidad no sea vea afectada”.

Por su parte, la concejal de Bogotá María Fernanda Rojas Mantilla (Partido Alianza Verde), indicó a EL NUEVO SIGLO sobre este anuncio del Alcalde que “ese es un modelo de disposición de residuos que ha demostrado por años que es ineficiente, que tiene un alto impacto ambiental y social negativo”.

Añadió que “se debería estar pensando realmente un modelo de manejo de residuos que se oriente hacia la reducción en lo máximo posible de la cantidad de residuos y otras tecnologías que no sean tener residuos sanitarios. Hay varias alternativas distintas a prolongar el relleno por 37 años más”.

El precandidato a la Alcaldía de la capital de la República, Antonio Navarro, mientras, planteó una solución distinta a dar más vida al relleno, implementando nuevas tecnologías: plantas de termovalorización.

Navarro explicó que “termovalorización es en efecto la combustión controlada de material orgánico, no reciclable, dato importante, este mismo que está colapsando el relleno de Doña Juana y causando grandes riesgos de salud pública y ambientales”.

Añadió el exsenador “¿37 años más de relleno sanitario de Doña Juana?, no. Plantas de termovalorización para generar energía eléctrica con residuos sólidos es la solución. Se usan en las principales ciudades del primer mundo. Deben llegar a Bogotá”.