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Jueves, 15 de Marzo de 2018
Redacción Política

No se disipa la polémica por la minería en Colombia, que como se sabe se ha convertido en los últimos años en la principal fuente de ingresos para el país; así como los recursos de regalías que produce la actividad son distribuidos a las regiones para inversiones en transporte, vivienda, agua, ciencia y tecnología o educación, entre otros. No obstante, es creciente en una parte de la población el rechazo a la actividad por los daños ambientales que conlleva.

El representante a la Cámara por el Polo Democrático, Víctor Correa, indicó que “lo que pienso de la minería es que lo que tenemos que hacer es transformar estructuralmente la política y sobre todo entender que ese no es el futuro porque es lo que nos quieren vender. El futuro de Colombia no es la minería y el petróleo, de hecho el mundo está tratando de avanzar hacia otras formas de producción como las energías limpias y en el país tenemos todo para ser una potencia agrícola, agraria, agropecuaria. Nosotros podemos ser uno de los siete países que alimente al mundo en las décadas venideras, dice la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO”.

Correa, quien se quemó en las elecciones del pasado domingo en su intención de saltar al Senado, dijo que “he apoyado las distintas consultas populares en Colombia y he estado pendiente de todos los procesos, he ido a recoger firmas; de hecho demandé el Plan Nacional de Desarrollo en un momento cuando traía la minería en páramos. Eso logró que se tumbara. En esa sentencia se ratifica lo que la Corte ha dicho y es que los territorios tienen autonomía para definir si se hace o no minería en ellos. Y he estado defendiendo las consultas ahora frente a un problema y es que el Gobierno encontró la forma de bloquear, decidió no financiarlas; entonces no lo bloquea por derecha, de manera directa, sino que no pasa la plata, lo que es una forma moderna de negar los derechos, afectando la participación de las comunidades, algo que además es un derecho constitucional”.

Sin embargo el ministro de Minas y Energía, Germán Arce, señaló hace algunas semanas que “la minería es una actividad tradicional que tiene un gran impacto en la economía nacional. La producción de metales, de materiales de construcción y de hidrocarburos (entendida como un tipo de actividad extractiva), generan 120 encadenamientos productivos. El mundo moderno, sin duda, es minería”.

Añadió que “en este Gobierno queremos minería bien hecha y no a cualquier costo. Somos conscientes de que tenemos que proteger ciertas áreas y ecosistemas y no estamos dispuestos a poner en juego la biodiversidad para la explotación de recursos. Por eso, este Gobierno ha definido mecanismos de protección para defender los páramos, humedales y parques naturales, como nunca antes se había realizado en el país”.

Agregó que “también se han delimitado páramos y ecosistemas para definir dónde puede y dónde no, hacerse minería. Con este ejercicio buscamos tener claro el panorama y definir las líneas en las que se pueden realizar, no solo actividades de minería sino de desarrollo de cualquier proyecto. De esta forma se protege al medioambiente, se da certeza a los inversionistas –manteniendo así la estabilidad jurídica– y a las comunidades para que puedan hacer una minería bien hecha”.