PORQUE NO cumplió el objetivo para el cual fue creado la Contraloría General de la República recomendó ayer sanear y proceder a liquidar el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). El mal diseño de este mecanismo le ha costado a la Nación aproximadamente $ 100 billones, desde su puesta en funcionamiento, según un estudio del órgano de control.
“Son déficits que se espera sean corregidos en el actual Gobierno, lo que implica sacrificios como aumentos más agresivos en los precios internos y un rediseño o eliminación de dicho Fondo”, indicó la Contraloría General.
El estudio sectorial concluye que el déficit acumulado del FEPC ha ocasionado que se hayan dejado de focalizar esos cuantiosos recursos para la inversión por parte de los gobiernos de turno, destinándose a subsidiar los combustibles, lo que no era la finalidad del Fondo.
Considera el organismo de control que los cambios al funcionamiento de este Fondo y del precio interno de los combustibles deben ser, en el largo plazo, consecuencia de la aplicación de una política constante, mejor diseñada y de largo plazo y no coyuntural como hasta ahora.
“De haber tenido un fondo que funcionara con menos restricciones y admitiera mayores volatilidades, no se hubiera tenido que recurrir a constantes apalancamientos (vía Presupuesto General de la Nación), dividendos, endeudamiento y reformas tributarias”, señala.
Agrega la Contraloría General que la consecuencia imprevista del mal funcionamiento del FEPC ha sido la necesidad de declarar altos dividendos por parte de Ecopetrol para así poder sanear el fondo con las utilidades de la petrolera, “lo que conlleva a una menor disponibilidad de recursos de inversión para sus programas, y derivado de esto se origina la necesidad de emitir bonos de deuda, aumentando los niveles de endeudamiento de dicha compañía”.
Para cuándo el desmonte
En el análisis, realizado por la Dirección de Estudios Sectoriales de la Contraloría Delegada de Minas y Energía, se dice que con el nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo 2023 queda claro que no se va a desmontar el FEPC por lo menos en el corto plazo, pero sí se espera rediseñar su funcionamiento y se le dará prioridad a la extinción de déficits para que su acumulación no sea tan onerosa.
Considera la Contraloría que hasta tanto el Gobierno nacional, en cabeza de los ministerios de Hacienda y de Minas y Energía, y dadas las funciones delegadas a la CREG, establezca la nueva metodología general de cálculo para la fijación de precios de los combustibles y comiencen a ser aplicadas, la situación de acumulación de déficit del FEPC no se revertirá.
En ese sentido, el órgano de control se refirió a la medida que adoptó este Gobierno de incrementar todos los meses el precio del galón de gasolina para reducir el déficit del Fondo.
Al respecto dijo que las acciones adelantadas hasta ahora permiten prever un escenario con supuestos positivos, pero que siguen dependiendo de variables económicas tanto internas como del mercado internacional para lograr los objetivos de reducción de subsidios y control de la volatilidad.
“Por ahora, el aumento gradual y constante del precio interno para equipararlo al de referencia internacional es consecuente con la eliminación del déficit y los problemas que este acarrea, pero los cambios al funcionamiento del FEPC y del precio interno de los combustibles fósiles deben ser, en el largo plazo, consecuencia de la aplicación de una política constante y no coyuntural como hasta ahora”, se subraya en el estudio sectorial.
Fallas en diseño
La Contraloría General de la República revisó en este estudio la actualidad del FEPC, determinando las distintas variables que han podido afectar este instrumento en su desarrollo.
Inicialmente se menciona el problema actual del FEPC en cuanto a las falencias estructurales que ha presentado, dado que el fin para el cual fue creado era el de atenuar en el mercado interno el impacto de las fluctuaciones de los precios de los combustibles en los mercados internacionales, y por los resultados en este aspecto se demuestra, desde su creación a la fecha, su ineficacia e ineficiencia.
El órgano de control cuestiona la utilización del FEPC como un instrumento para controlar las volatilidades del precio interno de los combustibles líquidos y considera que cualquier intento de intervención, por parte del Gobierno nacional, se traduciría en mayores déficits si el mecanismo de ahorro y desahorro no es modificado.
De igual manera, se afirma que lo aconsejable sería que los precios internos de los combustibles líquidos variarán de manera más cercana con los mercados internacionales para que, de esta forma, la Nación no tuviera que recurrir al endeudamiento u a otras fuentes del Presupuesto General de la Nación PGN.
La Contraloría General pudo establecer que la política de estabilización de precios de los combustibles en Colombia se convirtió en un subsidio a los combustibles líquidos, dejando de lado el objetivo de la política inicial de desmonte de los mismos la cual venía desde 1999.
Finalmente, se concluye que el saneamiento fiscal del FEPC, que se tiene estimado en la planeación financiera de la Nación según el Marco Fiscal de Mediano plazo 2023 y en concordancia con el Plan Financiero 2023, dando cumplimiento a la regla fiscal, es viable siempre y cuando se cumplan las distintas variables de los supuestos económicos planteados y en el mediano plazo se restructure el mecanismo haciéndolo sostenible y fiscalmente neutro o eliminándolo permitiendo las volatilidades connaturales del mercado.
Recuadro
¿Cómo reciben la medida?
El exministro de Minas y Energía, Juan Camilo Restrepo, dijo a EL NUEVO SIGLO que no está claro el pedido que hace la Contraloría General sobre el futuro del FEPC.
“¿Qué quiere decir liquidar el Fondo de Estabilización de Precios de Combustible? Ese es un Fondo que tiene un déficit de más de 30 billones de pesos, ¿se va a liquidar con ese pasivo? Ese es un punto que no está claro en la propuesta de la Contraloría”, destacó.
Añadió que “la pregunta no es tanto si se liquida o no, la cuestión es si se sigue con la política de subsidio a los combustibles. Si se sigue, entonces quién la asume así se liquida el fondo”.
Restrepo manifestó que el ente debe aclarar qué sucederá con los subsidios a los combustibles, en caso de liquidarse el Fondo, tal y como se plantea.
“El Fondo es un mecanismo, es un canal, pero la pregunta es si se seguirá subsidiando y con qué recursos el precio de combustible. Esa es la pregunta que no queda resuelta con la proposición de Contraloría”, destacó.
El exministro señaló que la mejor medida es la que está en marcha, es decir, “ir ajustando esos precios para alinearlos con los precios internacionales. En ese momento sí se puede desmontar y unificar el precio interno de los combustibles al estándar internacional. Mientras tanto, no se puede eliminar el Fondo que es un mero mecanismo, dejando en el vacío el tema fundamental que es qué se hace con el precio del combustible”.
En tanto que el exministro de Minas, Amylkar Acosta, compartió en diálogo con este Diario que “para ponernos en contexto el Fondo de Estabilización fue creado en 1995, mediante la Ley 209 de ese año, con el fin de evitar que la volatilidad que caracteriza el comportamiento de los precios del crudo se transmitiera al precio de referencia fijado por el Ministerio de Minas mensualmente”.
Mencionó que este Fondo recibió como capital semilla el 10% de los remanentes a la fecha del Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera (FAEP), creado mediante la Ley 209 de 1995.
“¿Cómo funcionaba? Cuando el Ingreso al Productor (IP), que es lo que se le paga a Ecopetrol por el combustible, es mayor que precio paridad importación (PP), ello daba lugar a un diferencial de participación que era la fuente de ahorro del FAEP, mientras que cuando el IP era menor que el PP se desahorraba y teníamos lo que se denominaba Diferencial de compensación”, manifestó.
Señaló que el FAEP ya fue liquidado por la Corte Constitucional, desde el momento mismo en que mediante su Sentencia C-726 de 2015 declaró inexequible el diferencial de participación previsto en la Ley 1739 de 2014, que lo sustentaba.
“Desde ese momento el FEPC es inoperante y se convirtió en un barril sin fondo que amenaza la sostenibilidad fiscal”, afirmó el exministro.