
El tema del ambiente es uno de los más destacados en los programas de gobierno de los candidatos presidenciales Iván Duque y Gustavo Petro, quienes tienen opiniones algunas en común sobre lo que debe ser el desarrollo del país en armonía con el entorno.
Desde hace varios años, asuntos que tienen que ver con la conservación ambiental, el cuidado de los ecosistemas, de las aguas, el uso de tecnologías limpias y una lucha frontal contra la contaminación forman parte de la agenda mundial.
Colombia no ha estado ajena a estos movimientos internacionales y cada vez son mayores los controles en materia de conservación del ambiente en el territorio nacional.
Durante esta campaña electoral el asunto ha sido tratado con importancia por parte de los aspirantes a la primera magistratura.
Iván Duque
El candidato del Centro Democrático y una coalición de fuerza de derecha, Iván Duque, dijo que su propuesta ambiental se basa en el fortalecimiento el Sistema Nacional Ambiental (SINA) y promoveremos una matriz energética que integre energías renovables como la energía solar, eólica, geotérmica, entre otras.
“Al agua, su manejo y protección le daremos protagonismo en la agenda ambiental. De una agenda nacional de manejo y protección del agua depende el desarrollo rural, la sostenibilidad de la producción agropecuaria y la mitigación de efectos de la industria y la minería”, precisó.
“Tendremos compromiso nacional con la mitigación del cambio climático con mejor gestión de residuos y reducción de la huella de carbono con compromisos individuales, promoción de transportes limpios y con energías alternativas (bicicletas) y sus infraestructuras y aprovechamiento de los Mecanismos de Desarrollo Limpio (mercados de emisiones de carbono)”, agregó.
En materia institucional el candidato propone la renovación y modernización de la institucionalidad ambiental, con mayor presupuesto para inversión en prevención, protección, monitoreo y mitigación de daños ambientales, y despolitización absoluta de las corporaciones autónomas regionales para enfocarlas de manera decidida en la protección efectiva de la sostenibilidad de los ecosistemas.
El candidato dice que el desarrollo minero del país se adelantará con los más altos estándares de responsabilidad ambiental, planeando de manera efectiva y sostenible los cierres mineros, la protección de acuíferos y ecosistemas. Del mismo modo se adelantará un programa de sostenibilidad ambiental en la pequeña y mediana minería y se combatirá sin tregua la minería criminal.
En este sentido dijo que no se acudirá al fracking para la explotación petrolera, pues señaló hay riesgos de sismicidad en el país por el tipo de suelo y es posible que se afecten acuíferos subterráneos.
Gustavo Petro
Para el candidato de Colombia Humana, Gustavo Petro, la conservación del medio ambiente es parte fundamental de su propuesta.
Dijo que “el país debe comprometerse con una política ambiental para enfrentar los desafíos del cambio climático que constituye uno de los grandes retos de Colombia y del mundo en los próximos años, que implica trasformaciones profundas en el modelo económico y no solo mejores políticas ambientales: uno de los principales cambios consiste en la disminución del uso de energías fósiles”.
Se requiere el fortalecimiento del papel del sector público mediante ajustes en el marco normativo, mejora de la investigación científica y promoción de conversión tecnológica en las actividades productivas con mayor potencial para una economía donde lo ambiental sea priorizado.
Entre ellas, considera Petro, hay que realizar inversión en conservación de bosques, reducción de la deforestación, tecnologías de producción agrícola y pecuaria con menores emisiones de gases efecto invernadero, transición a sistemas de transporte no basados en energías fósiles o energías no renovables; manejo de residuos; control a la expansión urbana física, estímulos dirigidos a mejorar la calidad de vida y el empleo en ciudades de talla media, como medida para evitar el crecimiento de grandes centros urbanos.
Para Petro hay que hacer una diferenciación entre la extracción del petróleo y la de los demás minerales. La segunda exige un replanteamiento inmediato de las reglas de juego, mientras que la primera implica entrar en una fase de transición hacia la reconversión.
En un gobierno de Colombia Humana el fracking no será permitido, la gran minera de oro a cielo abierto tampoco.
Se restringirá y condicionará la minería a cielo abierto en función de la protección ambiental y la equidad social.
Los contratos de extracción de carbón no serán renovados ni se permitirán intervenciones que afecten el acceso al agua y la seguridad alimentaria de las comunidades que residen en la zona.
El carbón que se extrae es destinado a la exportación y los ingresos fiscales que ella genera no tienen ninguna proporcionalidad respecto a sus efectos sociales y ambientales.
De manera inmediata se adelantará un programa compensatorio de desarrollo humano para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de la zona y, en particular, de los pueblos indígenas, señala la proposición.
En cuanto a la pequeña minería dirigida al consumo interno señala que será objeto de un programa concertado orientado a disminuir sus impactos sociales y ecológicos, con base en acuerdos con los actores regionales. Se acentuarán los controles ambientales, laborales y fiscales sobre la minería en curso.
Anunció un cambio progresivo de las energías que utiliza el país en la industria, el comercio y en los hogares; se iniciará a usar energías que no contaminen, que sean más baratas y que incluso puedan producir ingresos para las personas. Esta transición será pública y privada y llevará al país del petróleo, el gas y el carbón a las energías solar, eólica, geotérmica y de las mareas, entre otras.
Igualmente se democratizará la producción y la distribución de la energía; se desarrollará un programa de paneles solares, con el cual las comunidades mejorarán sus condiciones de vida y podrán eventualmente beneficiarse económicamente.