John Kirby, Asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, ha negado la existencia de solicitudes por parte de Estados Unidos a Colombia para la construcción de un muro o una "barrera física" en el Tapón del Darién con el fin de reducir la migración irregular hacia EE.UU. Esto surge como respuesta a las afirmaciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien había sostenido que altos funcionarios de la Administración Biden habían solicitado la construcción de un muro en la selva fronteriza entre Colombia y Panamá como medida para controlar la migración.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, había explicado previamente que Estados Unidos pidió a Colombia que levantara un muro en el Tapón de Darién, región fronteriza con Panamá que sirve de ruta para la migración hacia Norteamérica.
"Nos han pedido desde aquí, del poder político de este país, que tapemos el tapón, como si eso fuera fácil (...), que construyamos una especie de muro para que no pase la gente hacia los Estados Unidos", ha declarado Petro desde Nueva York, donde se encuentra para asistir a la Asamblea General de la ONU.
Petro también había reconocido que el Tapón del Darién se ha convertido en un "eje neurálgico del éxodo humano", por lo que ha pedido "trabajar de manera conjunta" para "ordenar" la migración, según recoge el diario colombiano 'El Tiempo'.
El dirigente colombiano considera que Estados Unidos también debería intervenir para poner fin a la "tragedia humana" que supone el paso por la peligrosa selva del Darién de 3.000 migrantes a diario, principalmente venezolanos, haitianos y cubanos. "Dicen quienes estudian estos fenómenos que perfectamente se pueden volver 6.000", ha advertido Petro.
"Ordenar la migración es fundamental y debe ser un acuerdo con los Estados Unidos. Cupos establecidos de migrantes, para poner aquí (mano de obra) legalmente y que se junten las dos necesidades: la de querer trabajar aquí y la necesidad de que haya trabajo aquí", ha argumentado.
Además, Petro ha pedido "desbloquear" la economía de Venezuela, origen de la mayoría de migrantes, y trabajar la cuestión en un marco de toda América Latina y también con Washington. "Tiene que ser un espacio de diálogo con el poder político de los Estados Unidos en todas sus versiones. No es con caballo, no es con látigo ni con el perro como se detiene la migración", ha apuntado.