LAS INDAGACIONES en torno al caso Laura Sarabia siguen su curso tras las denuncias que hizo Marelbys Meza, exniñera del hijo de la exfuncionaria, por haber sido sometida a una prueba de polígrafo contra su voluntad después de que la entonces jefa de Gabinete denunciara que, inicialmente, desaparecieron USD$ 4.000 dólares de su casa. La Procuraduría General realizó ayer una inspección disciplinaria a la sede del Dapre para hallar pruebas que permitan esclarecer este hecho.
El órgano de control explicó que la investigación tuvo como objetivo recopilar evidencias que fueron solicitadas al momento que iniciaron las investigaciones preliminares y que no fueron entregadas.
Antes de ingresar a las oficinas del Dapre (Departamento Administrativo de la Presidencia de la República), Sonia Téllez, procuradora delegada, afirmó que a través de esa inspección buscan obtener los informes que habían solicitado y que no llegaron al despacho encabezado por la procuradora general, Margarita Cabello.
“Hoy vengo a buscar los documentos que estamos esperando, recibimos parcialmente una información, pero a hoy no hemos podido completarla. En consecuencia, hemos decidido iniciar una inspección disciplinaria para poder recaudar los documentos”, aseguró Téllez.
Según la funcionaria, la información es clave para avanzar con la investigación disciplinaria en torno a este caso, abierta el 29 de mayo, una vez que Meza denunciara ante la revista Semana que había sido sometida a una anómala prueba de polígrafo en enero de este año, al ser sospechosa del robo de USD$ 4.000 dólares en efectivo de la residencia de su antigua jefa, quien ese entonces era consideraba la mujer más poderosa de la Casa de Nariño.
En su momento, la Procuraduría General informó a la opinión pública que la prueba de polígrafo a Meza fue realizada en el sótano del Edificio Galán, adscrito a la Presidencia de la República.
De acuerdo a esa información se supo que el polígrafo fue aplicado el 30 de enero y que Meza fue trasladada a ese lugar por escoltas de Sarabia, con la intención de conocer si había robado o no el dinero de su casa.
El 30 de mayo, funcionarios de la Fiscalía adelantaron una inspección judicial en la Casa de Nariño como parte de la investigación que se abrió por el abuso de poder que se aplicó a Meza al llevarla al polígrafo, pues ella denunció que la trasladaron contra su voluntad. Además, del hecho que es una persona particular y no una funcionaria de la Presidencia, que eventualmente hubiera justificado.
Ante lo delicado de la situación, tanto la Fiscalía como la Procuraduría solicitaron al Dapre una copia del protocolo para llevar a cabo la realización de esta prueba. Pero también se pidieron informes sobre los funcionarios que participaron en esta oportunidad, tal y como de las circunstancias en las que este tipo de procedimientos se estarían llevando a cabo.
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Las líneas de investigación
Después de conocerse ampliamente este caso, la Fiscalía General de la Nación aseguró que maneja tres líneas de investigación, cuya misión es esclarecer los hechos en torno a este escándalo.
El primero de ellos está relacionado al robo de una cantidad importante de dinero en casa de Sarabia el 29 de enero. Por lo mismo, Meza es considerada sospechosa y sometida a una prueba de polígrafo en el sótano del edificio Luis Carlos Galán de la Casa de Nariño.
Sobre la cantidad de dinero hurtado no hay suficiente claridad, ya que, en una primera denuncia, la exjefa de Gabinete afirmó que se trataba de USD$ 4.000 dólares en efectivo. Más adelante, durante una ampliación de su declaración, reveló que la suma ascendía a los USD$ 7.000 dólares.
La segunda línea de investigación está orientada a la utilización de la sala de polígrafo de la Casa de Nariño, donde, de acuerdo a las denuncias hechas por la exniñera de Sarabia, fue sometida a interrogatorio. En torno a esto y según lo dicho por las autoridades, se trata de un procedimiento que solo debe ser practicado a funcionarios adscritos a la Presidencia de la República.
El último hecho sometido a escrutinio del ente investigador es el referente a las interceptaciones ilegales a los que fueron objetos los celulares tanto de Meza como de Fabiola Perea, quien para la época de los hechos trabajaba en labores domésticas en la casa de Sarabia. Este procedimiento se llevó a cabo tras la presentación de un informe anómalo que describía a las dos exempleadas de Sarabia como miembros cercanos al anillo de seguridad de alias ‘Siopas’, uno de los jefes de la organización criminal conocida como ‘Clan del Golfo’.