Perspectiva. Regina, el hotel que lleva 102 años albergando historias | El Nuevo Siglo
Hotel Regina en el 1921, año de su apertura. Fue destruido en 1948. / Cortesía Hotel Regina
Cortesía Hotel Regina
Sábado, 22 de Julio de 2023
Redacción Bogotá

Ubicado en la carrera 5  # 15-14, cerca de la Procuraduría General de la Nalción, el hotel Regina espera con su estilo londinense a extranjeros y nacionales que ven en él un referente de eegancia. 

Abrió sus puertas el 17 de abril de 1921, teniendo en la actualidad 102 años desde que el empresario Daniel Pombo Piñeres llegó a la capital desde España con el objetivo de inaugurar un hotel de lujo. Así lo relató a EL NUEVO SIGLO el actual dueño del lugar, Carlos Andrés Peñuela Montoya.

Fue el primero en su clase en Bogotá y el precursor de la contratación de empleados con uniformes y de los botones dorados en los mismos. Sin embargo, tras 27 años de funcionamiento, los disturbios del Bogotazo ocurridos el 9 de abril de 1948 lo destruyeron con un incendio y no fue sino hasta 1960 cuando el abogado Carlos Pinzón Urdaneta lo revivió en su ubicación actual.

Un terreno histórico

Sobre la carrera Séptima entre calles 16 y 17, conocida como la Calle Real y la primera locación del hotel Regina, se ubicaron importantes referentes arquitectónicos de la ciudad.

Allí estuvo hasta 1877 la antigua capilla del Humilladero, la primera iglesia de teja que hubo en Bogotá; posteriormente la casona de dos pisos donde murió en 1840 el general Francisco de Paula Santander; luego, ya en el siglo XX, el Regina, que fue el primer hotel de lujo de la capital y, desde 1969, el edificio Avianca, que en su época fue el más alto de América Latina. 

Por si fuese poco, ese punto es la esquina nororiental de la antigua plaza de las Hierbas, a donde llegaban los indígenas de la sabana a vender sus productos en los tiempos coloniales; plaza que luego fue llamada de San Francisco, por el convento de esa orden religiosa, y finalmente plaza de Santander.

Recuerdos inolvidables

Hoy por hoy el hotel Regina, calificado con cuatro estrellas, recibe a múltiples extranjeros que vienen a conocer la ciudad y también colombianos que desean conocer parte de la historia bogotana. 

A lo largo de estos 102 años, diferentes personas han descansado en sus habitaciones y utilizado sus espacios sociales para diversos fines. Entre ellos, quizá el más inquietante fue Buenaventura Nepomuceno Matallana, conocido como el ‘Doctor Mata’ o ‘El tinterillo asesino’.

El primer asesino en serie y criminal documentado en Colombia hacía sus reuniones en el hotel Regina por tratarse del sitio que estaba de moda en ese momento. Así lo contó el dueño del lugar a EL NUEVO SIGLO. 

Matallana fue acusado, juzgado y condenado en 1949 a 24 años de prisión por el asesinato del comerciante Alfredo Forero Vanegas, aunque se sospechaba que también era el autor de aproximadamente 35 asesinatos y desapariciones de personas a quienes engañaba haciéndose pasar por abogado para que le firmaran poderes amplios sobre sus propiedades con el pretexto de grandes negocios, y quienes posteriormente desaparecían o eran encontrados muertos.

El 24 de enero de 1960, Matallana falleció en la enfermería de la entonces recién inaugurada cárcel La Modelo de Bogotá, a causa de una bronquitis con insuficiencia cardíaca, mientras esperaba el resultado de la nueva audiencia con otro jurado y tras 11 años de encarcelamiento.​ Dos días después recibió una ceremonia religiosa en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús El Voto Nacional, tras lo cual fue sepultado en el Cementerio Central de Bogotá.

Años después, en 1979, el lobby del Hotel Regina fue testigo del matrimonio entre el cantautor, músico y director de orquesta dominicano Wilfrido Vargas y una recepcionista del lugar. Entre padrinos improvisados, orquestas y conjuntos vallenatos, la inusual pareja dio el “sí” al estilo de Las Vegas. 



Un referente de resiliencia

El hotel Regina sobrevivió no solo a los hechos del 9 de abril de 1948, sino también a la inclemencia del modernismo que acaba con miles de tesoros arquitectónicos. De ahí que haya llegado a este 2023 y cumplido 102 años. 

Es tanta su vehemencia por continuar en pie, que incluso se sobrepusieron a la pandemia del covid-19. De acuerdo con las cifras que recopiló la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), la ocupación hotelera del país estuvo en el nivel más bajo de toda la historia del país por cuenta del virus.

En el periodo del 8 al 19 de marzo de 2020 las pérdidas sumaban 430.000 millones de pesos y, según las estimaciones del Centro de Pensamiento Turístico de Colombia, se encontraban en riesgo más de 150.000 empleos directos en el sector hotelero en todo el país.

“Como todo los hoteles a nivel mundial tuvimos que cerrar por aproximadamente ocho meses, pero gracias a la reactivación y el trabajo comercial de nuestro equipo se logró restablecer y seguir siendo un pilar de este sector en la ciudad”, señaló el empresario Carlos Peñuela. 

“En cuanto a la importancia histórica en Bogotá y a nivel nacional, fue y sigue siendo en definitiva un gran pilar para lo que ha sido esta industria en nuestro país durante tantos años y en la actualidad”, agregó. 

El Regina hace parte de la cadena hotelera Hoteles Living, en los que señalan estar comprometidos con la creación de valor para la sociedad y la construcción de un mejor país.

“Donamos el 10 % de las utilidades a proyectos sociales enfocados en la protección de niños en estado de vulnerabilidad a través de programas de refuerzo escolar, nutrición y desarrollo de liderazgo. Las metas alcanzadas hasta la actualidad son dos centros de trabajo, 240 días del año dedicados a refuerzos escolares, más de 400 experiencias de voluntariados para extranjeros, 45.980 almuerzos entregados en 2017, 220 niños y niñas beneficiados”, explicaron. 

Asimismo, se definen como una cadena hotelera ecoamigable, consciente de la conservación del entorno. “Brindamos espacios verdes en medio de la ciudad, utilizando plantas locales en nuestras zonas comunes y habitaciones. Adquirimos productos amigables con el medio ambiente, evitando la utilización de sustancias químicas. Privilegiamos la compra a productores locales, pagando precios justos a nuestros proveedores y personal, procurando beneficiar económicamente a la comunidad local”, concluyeron.