
En mayo de 2001, por iniciativa del cardenal Pedro Rubiano Sáenz y con el apoyo de los empresarios Arturo Calle y Gonzalo Restrepo, entre otros, fue fundado el Banco de Alimentos de Bogotá. Desde entonces han querido asemejarse al actuar de Jesús, según explicó el padre Daniel Saldarriaga, su director ejecutivo.
“Queremos ser como en la época en la que Israel pasó por una gran hambruna y apareció José, que había sido vendido por sus hermanos en Egipto, ayudándole al faraón. Él era administrador de los graneros, era el que le ayudaba a Egipto y en la vida pública de Jesús se preocupaba por la salud de la gente, por sanar, ayudar a liberar y dar de comer. Eran los tres temas en los que él hizo de verdad manifestación del amor misericordioso de Dios. Dar de comer es dejar ver el amor misericordioso de Dios”, señaló el padre Saldarriaga.
Bajo esta premisa, el director ejecutivo sostuvo que las personas de Bogotá han sido generosas en lo que a la donación respecta. No obstante, enfatiza en que hay muchos que desconocen la existencia del Banco de Alimentos.
“Este tipo de entrevistas nos dan la posibilidad de que la gente se entere de nuestro trabajo y que se puedan sumar a esta lucha contra el hambre. Hay muchas personas con inseguridad alimentaria, pero seguramente es mucho más grande el grupo de quienes tienen la posibilidad de ayudar. Esto lo tenemos que afrontar entre muchos que podemos ayudar”, enfatizó.
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Los retos
El padre Daniel sostuvo que durante su gestión ha evidenciado dos retos específicos: la cantidad de personas con hambre y la falta de tiempo para comercializar alimentos.
“El primer reto es que mucha gente pasa hambre y en los sectores en donde hay más gente con hambre, gente pobre logra ser la solución de los que más tienen hambre. El segundo reto es que con los campesinos y los comerciantes de Corabastos nos estamos dando cuenta de que hay muchos alimentos que no alcanzan a ser comercializados y los que se enteran que nosotros existimos, nos apoyan. El año pasado fueron más de 4.000 toneladas de productos que nos aportaron entre los comerciantes de Corabastos y los campesinos de Cundinamarca”, explicó.
Pese a los retos, el Banco de Alimentos ha logrado importantes avances. En el año 2022 entregaron más de 18.000 toneladas de productos, socorrieron a 574 mil personas y trabajaron mancomunadamente con 993 organizaciones que ayudaban a las poblaciones vulnerables, logrando entregar 257 mil paquetes de alimentos.
“Nosotros no les entregamos a personas en particular, solo a través de organizaciones. Muchos nos piden que les ayudemos, pero nosotros hacemos puentes entre las personas que pueden ayudar y las organizaciones que saben llegar a las personas que más necesitan. Para este fin contamos con el apoyo de 1.905 estudiantes y más de 3.700 voluntarios”, señaló.
El apoyo que reciben
El padre Saldarriaga explicó que a través de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia reciben un apoyo importante por parte de los donantes de recursos. Asimismo, industrias como Alpina, Nutresa, Postobón, Corabastos, BBVA y el Banco de Bogotá han recibido donaciones tanto de alimentos como monetarias.
“Esos recursos los invertimos en la compra de alimentos para ayudar a poblaciones de la ciudad. Tenemos corporaciones de otros sectores que nos entregan recursos, nos apoyan con voluntariados y nos donan productos como ropa, juguetes, útiles escolares, mobiliarios y productos de aseo”, explicó.
Bajo esta premisa, las directivas del Banco de Alimentos han identificado una problemática en materia de la selección de los productos que reciben en las donaciones, por cuenta del alto volumen de alimentos con cargas considerables de azúcar, productos ultraprocesados y algunas bebidas entregadas por las personas.
“Son productos que van a enfermar antes que solucionar el problema del hambre, aunque todos sabemos que en el momento en el que no hay nada que comer, hasta una gaseosa es una bendición del cielo”, sostuvo el padre Saldarriaga.
El Banco de Alimentos tiene en cuenta aspectos importantes para aceptar las donaciones de diversas compañías. La primera corresponde a la garantía de la constitución legal de la empresa, su ubicación geográfica, ya sea en Bogotá o en alguna ciudad del departamento. Asimismo, deben demostrar que además de donar alimentos mejoran las condiciones de vida de la población en estado de vulnerabilidad.
Las historias del padre Daniel
El director ejecutivo del Banco de Alimentos compartió con EL NUEVO SIGLO diversas historias que atesora y que ha vivido a lo largo de estos años.
Comenzó hablando de un señor que en noviembre del año pasado cumplía 100 años y como festejo personal quiso donar una cifra importante al Banco.
“Nos llamó porque quería hacernos una donación por un valor importante. Hace unos cuatro años nos viene ayudando y cuando llegué a visitarlo, salió a abrirme la puerta, me dijo que llenara el cheque y nos dio el doble de lo que nos había dicho que nos iba a dar. Todavía camina, es un hombre increíble, un hombre muy bueno, trabajó en su oficio hasta los 80 años y nos está entregando esta ayuda para aportar a todo lo relacionado con la inseguridad alimentaria”, relató.
En este sentido, resaltó la obra de religiosas y sacerdotes que han dedicado su vida a ayudar a los más necesitados.
“He conocido religiosas que son capaces de estar a los 84 años por allá en la zona de Ciudad Bolívar, pensando en mercaditos para familias de un territorio. Hay un sacerdote italiano en una zona muy pobre por los lados de Usme que atiende a los habitantes de la calle. He conocido unos campesinos que son impresionantemente generosos, han visto que su cosecha no tuvo precio y con una alegría especial nos dicen que si no se pudo vender no se debe votar, que es mejor que les llegue a tantos que necesitan. Hay un lema que hicimos con los comerciantes de Corabastos y es 'Menos comida en los contenedores y más comida para nuestros comedores'”, enfatizó.
“Agradezco a los amigos de EL NUEVO SIGLO porque tienen una intención muy clara de hacer noticia, pensando en que tenemos que hacer más cosas buenas para que le pasen más cosas buenas a nuestra ciudad y a nuestro país. En Colombia somos 24 bancos de alimentos, por la ayuda de Dios, y de aquí a diciembre vamos a ser 30. Necesitamos ver en www.bancodealimentos.org que más de ustedes se nos quieran sumar y quieran participar en esta gran lucha contra el hambre”, concluyó el padre Daniel Saldarriaga.
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Padre Daniel Saldarriaga, director ejecutivo del Banco de Alimentos. /Cortesía Banco de Alimentos Bogotá
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Población vulnerable recibiendo donaciones de alimentos. /Cortesía Banco de Alimentos Bogotá