Diálogo Biden-Xi será en la misma tónica de siempre | El Nuevo Siglo
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Domingo, 13 de Noviembre de 2022
Redacción internacional

Tras haberse asegurado un histórico tercer mandato en China, el presidente Xi Jinping protagoniza su gran regreso a la escena internacional mañana, cuando se reunirá cara a cara con su par estadounidense, Joe Biden, quien también llega a la arena fortalecido, pues logró frustrar la anunciada debacle demócrata en las recientes elecciones de medio mandato.

Con la intención clara de poner sobre la mesa las líneas rojas que ambos tienen y que se sabe son insalvables, ¿qué debe esperar el mundo de este encuentro? ¿Lograrán los líderes de dos potencias mundiales tan cruciales para el sistema internacional de estados algo así como “gestionar de forma responsable” sus diferencias?

De acuerdo con la sinóloga, internacionalista y máster en Política Internacional de la Beijing Language and Culture University, Lina Luna, la agenda que socializó la Casa Blanca no es el mejor comienzo para que haya acuerdos y consensos beneficiosos para ambas partes.

De acuerdo con la experta, Estados Unidos tiene un doble discurso en el que, por un lado, buscará una mejor relación entre ambos países, con miras a cooperación efectiva en diferentes ámbitos, pero por el otro lado reprocha temas que para el gigante asiático son sensibles. ¿Habrá un punto de encuentro? Sí: el de los ejercicios nucleares que adelanta Corea del Norte.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué debe esperar el mundo del encuentro entre Xi Jinping y Joe Biden?

LINA LUNA: Vamos a ver una materialización de las dinámicas que ya vienen sucediendo en la relación China-Estados Unidos. Por el lado estadounidense habrá un discurso. Si bien por una parte buscarán aquellos aspectos en los que ambos países pueden cooperar y tener una mejor relación, también discutirán su postura frente a Taiwán, Corea del Norte y a los derechos humanos en China. Cuando el portavoz de la Casa Blanca enuncia esos tres temas de manera tan tajante, es claro que Washington no ha entendido que tienen que cambiar el tono de las relaciones con el país asiático.

Decirle a China que se generen buenas relaciones, pero al mismo tiempo decirle que seguirán apoyando a Taiwán en su independencia y seguirán denigrando internacionalmente a Beijing en relación con los derechos humanos, es un punto de partida lejos de lo ideal. Estados Unidos tiene que comprender que hay que cambiar la postura, que se deben desarrollar relaciones respetuosas y estratégicas, y que no se puede asumir una postura de policía con un discurso de doble moral tan grande.

ENS: ¿Y cuál es la respuesta de China a esta doble agenda?

LL: Beijing indicará que han estado abiertos al diálogo, a la cooperación y recordará que han invitado a Estados Unidos a que se solucionen los canales de comunicación. Pero frente a las palabras del portavoz del gobierno norteamericano, que denotaron una preocupación por que los actos de China están yendo en contra de la seguridad en el estrecho de Taiwán, pues lo más probable es que el país asiático responda:

“No son nuestros actos. Son las acciones de Estados Unidos, país que ha hecho presencia en la isla, que ha traído armas, entrenado al ejército de Taiwán y está donando dinero y otros bienes y servicios para promocionar su independencia. No somos nosotros quienes estamos tensionando la situación en el estrecho, son ustedes”.

En ese sentido, el discurso norteamericano de que son los chinos los que están tensionando las relaciones es completamente errado y no es la forma de abordar este tema.



ENS: ¿Y con relación al otro tema sensible, el de Corea del Norte, qué podemos esperar?

LL: Frente a los ejercicios de armas nucleares que está adelantando Corea del Norte, Estados Unidos probablemente reiterará que, en escenarios como este, ambos países han podido cooperar, todos están de acuerdo en que hay que contener de alguna manera a este país y Washington pedirá ayuda a China para contener a Pionyang.

En ese discurso Estados Unidos ha reconocido que, frente al tema de Ucrania, China ha sido muy coherente en su postura, que adelantó conjuntamente con Alemania, de evitar el uso de armas nucleares en ese conflicto. Y también aceptan que no tienen conocimiento de que China esté mandando armas ni a Rusia ni a Ucrania. Estados Unidos reconoce que China no está tomando una postura, así que, como ya lo indiqué, son dos caras de la moneda. Porque por un lado Washington reconoce la política pacífica y conciliadora del gigante asiático, pero por otro lado toca temas sensibles de política doméstica china (Taiwán), poniendo al país continental como culpable del deterioro de las relaciones.

ENS: ¿Podríamos ver puntos de concertación?

LL: Quien ha estado en una postura más de competencia ha sido China, pero quien ha asumido estrategias más combativas ha sido Estados Unidos, cuando por ejemplo asume posturas políticas frente a empresas privadas como Huawei y cuando está haciendo todo lo posible por cortar el suministro de microconductores a China. Así que no es un discurso coherente por parte del país occidental y eso hará que sea difícil que en el diálogo entre ambos mandatarios se llegue a puntos más interesantes, de concertación.

Xi Jinping probablemente tendrá que decirle a Joe Biden que Taiwán es un tema que no se puede tocar, en cuanto a que es un tema de política doméstica china. El país tiene como prioridad la protección de su soberanía nacional y no van a permitir que sigan promoviendo la independencia de Taiwán.

Seguramente China también le dirá al país occidental que tenga una postura más coherente internacionalmente y deje de “echar fuego” en todas partes; que están abiertos a la cooperación en todos los aspectos siempre y cuando respeten al país, y frente a Corea del Norte probablemente le dirá que harán un esfuerzo por dialogar con Pionyang para que desistan de sus ejercicios nucleares, pero que no van a invadir al país o a adelantar ningún acto en contra de la soberanía coreana, pues esos no son los mecanismos chinos para cooperar en estos asuntos.

ENS: China se ha referido a la consolidación de un nuevo orden mundial. ¿Cree que la consolidación de este nuevo orden afectará el diálogo con Estados Unidos?

LL: Esa interpretación no es del todo correcta. Cuando China dice que va a liderar un proceso de transformación del nuevo orden internacional, eso no quiere decir que se va a ir en contra de Estados Unidos o que va a ser el nuevo hegemón.

Cuando miramos los mecanismos que está utilizando el país para hacer esa transformación, estos están basados en una democratización del sistema internacional en donde todos los países puedan tener una participación mucho más relevante y que no sea como en las organizaciones multilaterales tradicionales, en donde funcionan en beneficio de los países desarrollados.

En ese sentido lo que China siempre ha hecho es ofrecer alternativas (no en contra de). “Si a usted le sirve el Fondo Monetario Internacional, maravilloso. Pero si también le sirve el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura, acá está”.

 

Acciones bélicas

ENS: ¿No cree que China asuma, a futuro, alguna acción bélica?

LL: China va a hacer todo lo posible por que no haya una confrontación bélica que la involucre. Eso va en contra no solamente de todos sus principios de política exterior, sino en contra de la capacidad china de mantener su modelo económico funcionando y en ese sentido ellos tienen claro que lo que podría afectar el desarrollo del país en este momento sería tener que enfocar las fuerzas en una confrontación bélica.

Lo va a evitar a toda costa, pero esto no significa que no esté dispuesta a hacerlo. Si mañana desembarcaran tropas norteamericanas para declarar la independencia de Taiwán, probablemente lo haría y así lo ha dicho desde hace años: el único tema en el que reaccionaría de forma bélica es ante una violación de su soberanía. Pero sí, los mecanismos son otros.

ENS: ¿Esta política exterior incidió sobre la reelección de Xi Jinping como líder del partido?

LL: Yo sí creo que la reelección de Xi Jinping como secretario general del Partido Comunista tiene mucho que ver con esto. Esta es la primera vez que el país, en su historia moderna, se está viendo atacado directamente por el hegemón internacional que es Estados Unidos, y Xi Jinping está defendiendo a la nación. Eso le ganó el apoyo.