Con izquierda como favorita inicia presidencial mexicana | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Miércoles, 28 de Marzo de 2018
Agence France Presse

CON la promesa de romper radicalmente con el pasado, lo que lo ha colocado al veterano izquierdista Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, y de lejos, en las encuestas, arranca mañana la campaña por la presidencia de México, que se definirá en las urnas el 1 de julio.

"AMLO", como lo llaman por sus iniciales, aventaja por dos dígitos en el arranque de la carrera para suceder al presidente Enrique Peña Nieto, cuya popularidad ha caído a mínimos históricos como reflejo de los escándalos de corrupción, la continuidad de un polémico operativo militar antidroga y la violencia que golpea a México sin tregua.

López Obrador, de 64 años, va por su tercera batalla presidencial: en 2006 fue claro puntero la mayor parte de la carrera pero al final perdió por una nariz ante Felipe Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), que lo aventajó por 0,56%.

Hoy sus dos principales rivales pelean cabeza a cabeza el segundo lugar. Ricardo Anaya, un abogado militante del conservador Acción Nacional (PAN), apuntala su campaña como una figura nueva, pero ve manchada su imagen por acusaciones de corrupción y de hacerse de la candidatura con maniobras sucias.

Político respetado y exministro de Hacienda, José Antonio Meade fue postulado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuya popularidad ha caído tanto que tuvo que echar mano de esta figura externa al partido.

En un lejano cuarto lugar está Margarita Zavala, quien renunció al PAN tras chocar con Anaya y es la única que reunió los apoyos para ser candidata presidencial independiente, figura por estrenar en estos comicios.

Los candidatos tendrán simbólicos arranques mañana y los primeros mítines serán el 1 de abril, cuando en este país profundamente católico se celebra el Domingo de Resurrección.

¿Su peor enemigo?

Algunas encuestas le dan a López Obrador hasta 40% de intenciones de voto mientras que Anaya y Meade aparecen en rangos de 20% y Zavala con un solo dígito.

Parece suficiente, pero hay una máxima que se repite insistentemente: "AMLO es el peor enemigo de AMLO".

Los detractores del exalcalde de Ciudad de México lo tachan de radical, intolerante y mesiánico, rasgos que cuando surgen asustan a muchos electores.

AMLO acusa a sus enemigos de ser "la mafia del poder", pero durante el periodo de precampaña mostró un lado jocoso y ofrecía "amor y paz".

Sin embargo, en los últimos días se ha aventurado en terrenos fangosos al decir que revertirá las reformas estructurales, presentadas como el mayor logro de Peña Nieto, entre ellas la energética, que abrió el sector a capitales privados, y que cancelará la construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México, proyecto de 13.000 millones de dólares.

También dice que reiniciará de cero las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá, y habla de una amnistía a narcotraficantes.

Mientras, Anaya y Meade se pegan con todo.

Meade atosiga a Anaya por la venta por 2,95 millones de dólares de un inmueble propiedad de su familia y que el comprador habría pagado con dinero de origen ilícito en un presunto caso de lavado de dinero. 

Anaya, quien no es investigado directamente y rechaza haber cometido algún ilícito, acusa al gobernante PRI de utilizar a la fiscalía con fines políticos y señala a Meade de ser cómplice de un sistema político corrupto.