LAS RESERVAS de petróleo y gas hasta el momento en Colombia se encuentran estables, precisamente por el incremento en el recobro de crudo en yacimientos maduros, garantizando así, en promedio 7,5 años de reservas más para el país.
Sin embargo, para que siga funcionando y aumentar las reservas depende de factores como tasa de producción actual, disponibilidad de recursos, inversiones y en especial, el precio internacional de cotización de este comodity.
Mario Zamora, líder del sector petrolero en Colombia, sostiene que "según el informe de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la tasa de recuperación promedio de petróleo en Colombia es de alrededor del 17%. Lo que significa, que en promedio solo se recupera menos de un cuarto del petróleo que se encuentra en un campo. En tal sentido, el recobro mejorado puede ayudar a aumentar esta tasa, pero sigue siendo un proceso costoso y que no siempre es el más efectivo, ya que no se cuenta con suficientes incentivos para promover la tecnología e inversiones requeridas para que sea eficiente”.
Señala el experto que, si bien Colombia tiene reservas probadas de petróleo y gas suficientes para satisfacer sus necesidades actuales, es importante mencionar que los recursos contingentes aún no se han desarrollado y se ha presentado una disminución importante en la confianza inversionista para la planeación de otros desarrollos importantes en el país.
Incertidumbre
Adicionalmente, pensar que una de las apuestas es mantener el recobro mejorado para aumentar reservas, hace que la inversión siga siendo uno de los puntos claves. Sin embargo, hoy no es una garantía contar con esta debido a la incertidumbre, especulaciones de inversores, políticas públicas y directrices actuales del gobierno nacional.
Además, el precio del petróleo se convierte en otro de los puntos álgidos en este escenario, dado que, cuando el precio del petróleo es alto, las empresas petroleras tienen más incentivos para invertir en proyectos de recobro mejorado. Caso contrario ocurre cuando el precio del petróleo es bajo, las empresas pueden ser más reacias a invertir en estos proyectos.
Por otro lado, el no hacer exploración y nuevos contratos de explotación de petróleo y gas en Colombia como lo ha señalado el Gobierno Nacional en la búsqueda de la ruta de la transición energética, crea una serie de retos para el sector.
El principal reto es precisamente encaminado a que las empresas petroleras tendrán que depender cada vez más de las reservas existentes para mantener su producción. Lo que a futuro ocasionaría una disminución de esta, afectando los ingresos y desencadenando un efecto dominó en las arcas del estado y, por supuesto, a la economía colombiana en general.
Los retos
Otro de los desafíos y no menos importante, es que las empresas petroleras tendrían que invertir más en el recobro mejorado de campos maduros. Una fórmula que ha funcionado, pero que sigue siendo costosa, riesgosa y no siempre efectiva.
Paralelamente, las empresas petroleras tendrían que competir con empresas de otros países que sí están explorando. En consecuencia, la industria nacional tendría una menor competitividad e inversión.
En general, si bien se llevan a cabo algunos estudios para hacer una transición energética y hoy el gobierno nacional ha puesto a comentarios la Hoja de Ruta de la Transición Energética Justa, desde el sector, creemos que para apostarle a la transición energética hay que crear estrategias a corto, mediano y largo plazo que permitan de manera gradual y aterrizada ese objetivo sin poner en riesgo la industria, la inversión, la economía del país, los empleos y el bienestar de las regiones donde se consumen muchos bienes y servicios directa y transversalmente.