El proyecto de presupuesto para el 2024 es de $502 billones, el más alto de la historia. Pero el problema son las prioridades, pues solamente el servicio de la deuda equivale al 60% del presupuesto solicitado para 2024 ($310 billones), explicó el ministro.
El presidente Gustavo Petro había advertido el pasado 20 de julio, durante la instalación de la legislatura del Congreso de la República, que “es el momento de ceder para construir un país más equitativo en el mundo laboral, en el mundo productivo, en las distribuciones del presupuesto público hacia la educación, la salud, etcétera, que aquí tanto se ha discutido”.
Este año se pagarán $76 billones de servicio de deuda, y $105 billones en 2024. “A eso se comprometieron gobiernos anteriores con el FMI, y hay que pagarlo en ocho cuotas trimestrales, la primera en febrero entrante”, dijo.
A tal nivel de endeudamiento se llegó porque “se dejó la obligación de vivir con la deuda fiscal, pero no se generaron estrategias para pagarla”. Entonces la discusión es si el país entra en default y no paga, o busca la mejor forma de ir pagando, advirtió.
“Si no priorizamos la inversión no construimos país'.
En 2022 el presupuesto de inversión fue de $68 billones, y $84 billones en 2023. Para 2024 ese rubro será de $98 billones, sin volver a endeudar el país con el FMI, y llevar el servicio de la deuda a 55% del PIB”.
No obstante, para lograrlo, según el ministro se requiere que el Congreso aprueba las reformas que están radicadas en la Comisión VII del Senado: la reforma a la salud, la pensional y la laboral.
El proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2024 es de $502,6 billones, 18,9% más que el de 2023. El debate comenzará el próximo 19 de septiembre en el Congreso de la República.
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