El índice de precios al consumo en China remontó en agosto y permitió a la segunda economía mundial salir de la deflación a pesar de una débil demanda interna que complica la recuperación.
Este índice, principal indicador de la inflación, se situó en agosto en un +0,1% interanual, dijo el sábado la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Los analistas interrogados por Bloomberg anticipaban un aumento de los precios del 0,2% interanual en agosto.
China cayó brevemente en deflación en julio (-0,3% interanual) por primera vez en más de dos años.
La deflación es lo contrario de la inflación e implica una disminución de los precios de los bienes y los servicios.
Aunque esta reducción de precios puede parecer beneficiosa para el poder adquisitivo, a largo plazo es una amenaza macroeconómica porque los consumidores tienden a retrasar las compras esperando un mayor abaratamiento y las empresas se ven obligadas a recortar la producción.
China experimentó un breve periodo de deflación a finales de 2020 y principios de 2021, debido principalmente al hundimiento del precio de la carne de cerdo, la más consumida del país.
Antes, el último periodo de deflación fue en 2009.
A pesar del repunte en agosto, muchos analistas no descartan que China vuelva a caer en deflación ante el estancamiento de sus motores de crecimiento económico como el sector inmobiliario y el comercio exterior.
Por otro lado, la inflación industrial se contrajo en agosto un 3%, marcando el undécimo mes consecutivo de declive, según los datos oficiales.
El índice de precios de producción mide el costo de los bienes al salir de las fábricas y ofrece una panorámica de la salud de la economía.
Un precio de producción a la baja implica menos margen de beneficio para las empresas.