En días pasados tuve la grata experiencia de conocer el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Fundación Clínica Shaio, que dirige el doctor Reynolds Pombo. La Clínica Shaio compite con las mejores de EE UU y la UE. Reynolds, famoso científico, cuenta con un equipo formado por jóvenes profesionales de ambos sexos unidos por la obsesión del conocimiento. Él es un ingeniero genial educado en Londres, que ama a Colombia y entrega su vida a estudiar y servir a la humanidad, habla con propiedad y elocuencia de los avances más fantásticos de la ciencia y el mundo del futuro, como de los grandes cambios que se están produciendo en estos momentos.
En el Centro de desarrollo Tecnológico se respira un ambiente de curiosidad intelectual, servicio e investigación, allí se percibe la hermandad experimental. Cuentan con la ayuda internacional de amigos y colegas del científico colombiano, conocedores a fondo de la importancia de sus investigaciones, avances sorprendentes y propuestas.
Trabajan mediante la nanotecnología digital desarrollada con su equipo. Allí hice un viaje inolvidable por el interior y la parte externa del corazón bajo la guía del inventor del marcapasos que ha salvado millones de vidas en el mundo. El cual da un salto colosal al denominado "nanomarcapasos", que mide la cuarta parte de un grano de arroz y no requiere de batería, se alimenta de una combinación de energía piezoeléctrica (que se produce al comprimir cierto tipo de cristales) y la energía producida por el propio corazón. Con esto se ha logrado dar un inmenso avance en materia científica y tecnológica para favorecer a las personas a las que se les trasplanta ese órgano. Cómo se recuerda y pudimos observar allí, el primer marcapasos que diseñó el doctor Reynolds debía llevarse en una carretilla y funcionaba mediante una batería común de las que utilizan los automóviles. Por medio de investigaciones e interesantes experimentos se evoluciona y se llega a la asombrosa técnica actual.
El famoso investigador colombiano, con un grupo de brillantes jóvenes profesionales al servicio de la ciencia, en medio de la pandemia trabaja día y noche en investigaciones que favorezcan a la sociedad. El viaje por el corazón nos recuerda las fantasías de Julio Verne. Uno diría que viaja por el cosmos y resulta que es por el interior de un corazón, algo tan novedoso como evidente, lo que les permitirá a los pacientes conocer y ver en detalle ese órgano vital, que en gran medida, como manifiesta el doctor Reynolds, es eléctrico y cumple funciones esenciales y asombrosas para que podamos vivir. En este escrito comparto con los lectores algunos de los aspectos básicos y sucintos de esa conversación, con estos colombianos que exploran ambiciosos proyectos de servicio a la humanidad, con el apoyo de científicos europeos y de los Estados Unidos, colegas y amigos del doctor Reynolds:
Se viaja por la tercera dimensión hasta la séptima para visualizar el interior del corazón y hacer un recorrido por todas sus diferentes estructuras externas e internas de este preciado órgano y poder de manera virtual, conocer el corazón y sus secretos.
Para los médicos semejante experiencia es un avance maravilloso que facilita anticiparse a determinadas alteraciones, observar a plenitud dicho órgano, proceder al respectivo diagnóstico y poder seleccionar el problema cardiovascular si es de tratamiento o de cirugía.
Las cirugías se facilitan y serán de una seguridad sorprendente, así como las posibilidades de recuperación en poco tiempo. Los pacientes podrán conocer el estado real de salud del corazón. Se trabaja en un collar experimental con aporte en su diseño de dibujos de famosos artistas como German Tessarolo y otros. Se trata de un collar protector como los de los cuentos de ciencia ficción, que podrá contribuir mediante ultrasonidos a rechazar el virus. Experimentación que no es posible hacer en Colombia, sino con centros de los Estados Unidos, Francia y España, donde vía virtual estamos en contacto y en permanente colaboración con colegas de esos países. El doctor Reynolds, cuando habla del futuro se entusiasma y sus ojos azules brillan irradiando una luz de esperanza a quienes lo rodean.