En Colombia la prensa canalla tiene antecedentes en los diarios que desde la vicepresidencia de Francisco de Paula Santander que se financiaba y publicaban para desacreditar al Libertador Simón Bolívar. Una verdadera campaña de desprestigio, con un sartal de inexactitudes y mentiras que se desplegaba por el país, las naciones vecinas en campaña abierta contra Bolívar que en Lima se ocupaba de los grandes negocios de estados que convoca al congreso anfictiónico de Panamá en procura de una alianza con el gobernante de México, Lucas Alamán y la Gran Colombia, que en ese momento eran más grandes que Estados Unidos. Naturalmente Santander no entendía la magnitud y la unión de Federación entre México y Colombia, por lo que cayó en la trampa de firmar un tratado con Washington en el cual se le otorgan los mismos beneficios de terceros como Estados Unidos. Este miope acuerdo con Washington y Bogotá desvirtuaba la grandiosa política de integración del Libertador. Al mismo tiempo “la prensa canalla” publicaba toda suerte de insultos contra Bolívar de consejas y calumnias para intentar manchar su buen nombre.
En la correspondencia entre Santander y Bolívar éste niega tener que ver con dichas publicaciones que contemplaban inclusive llegar hasta el atentado personal como en el demócrata de Bogotá, donde se le pedía a Obando que eliminara a Sucre cuando cruzara el Patía. El sanguinario y antiguo guerrero realista se cubriría de gloria eliminando al estratega de Ayacucho. Lo que en efecto ocurrió para baldón eterno de nuestra sociedad. Es “la prensa canalla” que no vacila en acudir al crimen para conseguir sus nefandos propósitos, esa misma prensa manejada por funcionarios del gobierno de Santander en Bogotá buscaba por todos los medios fomentar el gran odio contra el Libertador y su equipo de Gobierno.
Varios de los autores de la “prensa canalla” consiguieron sus objetivos para dividir a los colombianos y crear un ambiente negativo contra cualquier posibilidad de grandeza que el país, habría sido la continuidad del gobierno de Bolívar en Sucre. Es sorprendente que varios estudios que han hecho historiadores extranjeros descubren que en letra de moldes se destacaban aquí los futuros asesinatos, levantamientos y atentados.
En particular “la prensa canalla” cobra renovada gran fuerza en tiempos de la republica bajo la Constitución de Río Negro. Un personaje extraordinario de inteligencia y cultura superior, como Rafael Núñez, es apaleado constantemente por los radicales de entonces que no comparten sus críticas al modelo radical, que no era otra cosa -según él- que la consagración en la Constitución de la “anarquía organizada”. Como en esa Constitución de Río Negro se establecía la libertad de prensa absoluta, uno de los primeros políticos en sufrir los más implacables ataques de los mercenarios irresponsables fue Rafael Núñez. “La prensa canalla” se regodea burlándose e insultando al doctor Núñez, uno de los hombres públicos más brillantes de sus tiempos. Se le acusa de sátiro, enamorado y perseguidor de mujeres acaudaladas. Sin atender que era normal que un hombre de su prestigio, talento y figuración política, por entonces separado de su mujer que se había quedado en Panamá, compartiera con algunas bellas damas sus momentos de ocio. En caricaturas grotescas “la prensa canalla” ataca a Núñez y con el tiempo ni siquiera respetan a su esposa, doña Soledad Román, a quien el caricaturista de la época la pinta en un parto doloroso dando luz a un negrito (ella era rubia) y eso lo tenía que sufrir Núñez porque la Constitución radical permitía esos excesos y calumnias.
Se olvidan los historiadores y muchos políticos colombianos que Rafael Núñez ha sido uno de los grandes y profundos periodistas que han figurado en los anales de nuestra historia. Cuando estuvo en el exterior, Estados Unidos y Europa, mandaban valiosos ensayos de alta política y propuestas para la gobernabilidad de Colombia, que se había convertido en un país en llamas. Esos estudios generan el respeto de los más destacados políticos colombianos y con el tiempo el falso prestigio que dará origen alianzas multipartidistas en torno al gran hombre. Se sabe que en unas dos oportunidades “la prensa canalla” trato de crear un ambiente propicio para que asesinaran a Núñez. En alguna oportunidad Carlos Holguín Mallarino se enteró del complot contra Rafael Núñez y consiguió que su tío, el presidente Manuel María Mallarino, le diese refugio en la Casa Presidencial, lo que de seguro le salvo la vida. A partir de ese hecho la noble amistad entre Núñez y Holguín se consolida a tal punto que dio origen a la regeneración nacionalista que propicio el estadista cartagenero.