El escándalo del chocorazo de las pasadas elecciones va en aumento… Algunos habíamos denunciado reservas al respecto, en cuanto al proceso electoral, como sobre el contrato con Indra, por conocer de sus malos antecedentes en sus actividades en otros países, donde fueron acusados de promover el fraude electoral. Recordemos que el registrador Alexander Vega sorprendió al país, cuando pocos días antes de las elecciones y sin ninguna explicación válida, despidió a numerosos funcionarios experimentados, para nombrar elementos acordados a dedo y que algunos señalan como incursos en el chocorazo.
Lo que se veía de entrada es que dicho contrato con la Registraduría había sido inducido, maquillado y demorado, para favorecer al final de diciembre a un solo proponente. Lo que comentamos oportunamente, en el convencimiento, que la democracia occidental se fundamenta en la pureza del sufragio. Para defender la democracia y la libertad, comencemos por establecer que pasó con las elecciones del 13 de abril en Colombia. ¿Se da el chocorazo para favorecer a Gustavo Petro?
También, contribuyen a sembrar la duda y la desconfianza, las reiteradas declaraciones del señor registrador Alexander Vega desmintiendo al director del Dane, Juan Daniel Oviedo, en cuanto a las cifras sobre personas con derecho a votar y las muertas. Es sorprendente que el Registrador se negara a dar de baja a los muertos en esa entidad. Para el registrador, el desfase se trataría de más de millón y medio de personas que podrían sufragar, en tanto para el Dane, según su director, esas cifras corresponden a personas muertas, las que no habrían sido dadas de baja en la Registraduría. Y lo que es muy curioso, el registrador dice ahora, que, en las pasadas elecciones, los jurados y otros elementos de los que participaron tuvieron un desfase de millón y medio de votos. ¿Será que los muertos siguen votando en Colombia?
No olvidemos que a Petro le aparecieron más de medio millón de votos en el reconteo. Lo que da lugar a que varios políticos y particulares sostengan que algo turbio se cocina en la Registraduría a favor de la izquierda. Hasta el presidente del Senado de la República, Juan Diego Gómez, en duro debate, al que no compareció el registrador Vega, le demostró la gravedad de los hechos protagonizados por la Registraduría y que atentan contra la democracia, por lo que pidió su renuncia.
Como para desmentir toda liga con la izquierda, el registrador acusa a Petro de haber inducido a su gente a desmandarse en las mesas electorales. Fuera de los casos de personas que fueron a votar y se encontraron con la sorpresa que terceros se habían anticipado a usurparles el voto. Algunos jurados sufragaron varias veces. El registrador Vega, so pretexto de la pandemia, pretendió omitir la presentación de la cédula y la huella en las elecciones, asunto que publicaron los medios de comunicación. Esa exótica iniciativa de Vega no prosperó, puesto que entonces el chocorazo podría haber sido de más millones de votos. Además, en estos casos el entuerto no es sencillo, en parte, por los tiempos en los cuales debe actuar la justicia, que sobrepasan las pocas semanas que quedan para las próximas elecciones presidenciales. Sin contar, que desde la Registraduría se le ha dado un golpe mortal a la credibilidad de la democracia, al fomentar todo tipo de cuestionamientos y desprestigio de las instituciones.
A esta cadena de escándalos se suma la postura del expresidente Andrés Pastrana, quien denunció cuatro supuestas reuniones que habría sostenido Vega durante 2019 con los directivos de Indra en España, y pagos a sus acompañantes colombianos antes de llegar al cargo de Registrador, lo que sus ejecutivos niegan, lo mismo que los fraudes en terceros países. Asunto sobre el cual, en Colombia, no opina la conocida firma Thomas Greg & Sons.
Los interrogantes y dudas sobre los alcances del contrato con Indra por $27 mil millones sacuden el país y los interrogantes sobre la magnitud del chocorazo en las pasadas elecciones y lo que pasará en el escrutinio presidencial de seguir en su cargo el registrador, en medio de la polarización política no se calman con el anuncio de la Procuraduría de investigarlo. Crece la desconfianza sobre el uso del software que consolidará los datos electorales de los formularios E-14.