“Derecha logró el 70% de los votos el 11 de marzo”
El mercado electoral colombiano es uno de los más complejos y la elección de senadores se convierte en una suerte de mini campaña presidencial electoral por todo el país, lo que eleva los gastos a sumas estratosféricas. En algunos casos diluye la responsabilidad regional del senador con sus electores. Lo mismo que se dificulta el voto castigo. Si bien, unos pocos políticos consiguen salir por el voto limpio de opinión. Se dice que el pueblo está contra los caciques electorales, mientras en las elecciones al Congreso se vuelcan a votar más que en las presidenciales.
En medio de esas dificultades, Cifras y Conceptos, una empresa prestigiosa, hizo un ambicioso intento de auscultar el comportamiento regional electoral. En dicho estudio afirma que el Centro Democrático obtendría el mayor número de curules, seguido del partido de la U, del Conservador y Cambio Radical y el Liberal. El primer vaticinio es obvio, dada la coalición que hicieron los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, que provocó la cosecha de votos por la consulta. Así como por el trabajo político del primero, quien obtuvo la votación al Senado más nutrida de la historia política nacional.
Los otros indicadores no concuerdan en su orden con los resultados. Cambio Radical fue el partido de mayor crecimiento, debido al impulso que le dio su orientador Germán Vargas Lleras, que, al optar por firmas para su postulación, tuvo grandes gastos y no se beneficia de la cosecha de las consultas en las que votaron ciudadanos de todas las tendencias. Es evidente que algunos gurús de la opinión pretendían borrarlo de la memoria popular.
La U sufrió el revés electoral, en tanto Roy Barreras, obtuvo una votación respetable. El Partido conservador sin candidato presidencial, como viene ocurriendo desde hace dos décadas, cosechó un notable respaldo popular, con David Barguil y “Fincho” Cepeda, seguido por otros compañeros de partido con apoyo popular. La votación liberal a la Cámara de Representantes capta el mayor número de curules. La izquierda no obtuvo el respaldo electoral que esperaba. Se exagera el aporte de Antanas Mockus. Así como la Farc, vio frustrada su ambición de obtener el respaldo de las masas. Los seguidores de Petro consiguieron unas pocas curules de curtidos luchadores partidistas. La referencia a cifras inequívocas no significa que desconceptué el valioso esfuerzo de Cifras y Conceptos, apenas tomo nota de los hechos. Lo mismo me ocurre con las otros sondeos y encuestas de diversas firmas que se equivocan o aciertan en ocasiones, siendo todas de obligatoria referencia para los comentaristas políticos.
Primero nos dijeron que Fajardo y Petro serían los ganadores de la puja presidencial. La Nación entró en pánico con esa posibilidad extrema. Después expresaron que Petro pasaba al primer lugar y detrás, seguía Fajardo, en tiempos mínimos. A todas estas German Vargas Lleras caía, pese al evidente respaldo popular en las manifestaciones que convocaba, como lo registré en pasado escrito. Después de ser ungido por Álvaro Uribe, Iván Duque, desconocido hasta el momento por la opinión pública, pese a ser un brillante senador de la República, subía en los sondeos hasta rebasar a Petro. Al resto de aspirantes los mantenían en suspenso, en un sube y baja, reflejo de la manipulación, el vaivén de las encuestas y la incertidumbre electoral.
Lo evidente de las elecciones y el efecto de la consulta interna en el Centro Democrático, es que, con 6 millones de votos, habrían podido sacar unos 50 senadores. Iván Duque, avalado por 4 millones de votantes, habría obtenido 35 senadores y salieron 19. Es claro que gentes de distintas tendencias votaron según su voluntad de alterar los resultados e influir a futuro. Así como encontramos que, dado el crecimiento de Cambio Radical, avaladas sus listas por el respaldo de Germán Vargas, éste verá crecer el apoyo popular en la medida que las luces de la campaña lo destaquen. Iván Duque debe consolidar alianzas y Gustavo Petro moderar su discurso chavista o sufre el voto castigo. Entonces, de no ocurrir algo inesperado, podría darse un duelo no previsto hasta ahora por los agentes de las encuestas, que sería entre Germán Vargas e Iván Duque. Lo que sería posible por cuanto la derecha ganó las elecciones parlamentarias con más del 70% de los votos. Así que si eso se refleja en la elección popular se daría algo que hasta antes de las pasadas elecciones parecía imposible, que en la primera vuelta presidencial pasen Duque y Vargas, ambos candidatos de derecha.
Como el Partido Conservador no tiene candidato propio, con sus millones de votos dispersos, la militancia, que a veces es superior a sus dirigentes, contribuirá a dirimir la elección.