“El caso de la joven que murió por éxtasis”
Nos llega de sorpresa la noticia del caso de una jovencita, que, con otra amiga, departía en los lugares de diversión de Bogotá, inocente de las acechanzas y peligros de esos supuestos clubs nocturnos, en los cuales ingresan todo tipo de gentes, por lo que aquí y en cualquier parte del mundo se corren riesgos. Más cuando se trata de niñas inocentes que no piensan que la maldad. Y así fue lo que trascendió por los medios es que asiduos del lugar les habían suministrado sin su consentimiento tóxico en la bebida.
Por esos mismos días se supo de otros casos en los cuales las personas afectadas por los ataques con sustancias toxicas por la misma zona fueron víctimas de agresiones y despojo de sus pertenencias. Se dijo que las autoridades poco podían hacer al respecto, puesto que los afectados en la mayoría de los casos ni siquiera ponían la denuncia, dado que eran tan fuertes las drogas que les suministraban que no recordaban del tofo lo que había pasado ni el rostro de sus agresores.
Lo raro es que en esos sitios tiene cámaras que vigilan a la clientela, que después, en algunas ocasiones, cuando están involucrados clientes del lugar, misteriosamente desparece su contenido. También se dice que en ciertos casos los mismos meseros que atienden saben de quienes son los que atentan vilmente contra la saludad de muchachas y muchachas y guardan silencio. Igual, se especula que varios de los clientes que saben que algunos emplean alucinógenos para quebrar la voluntad de la muchachada, guardan un cierto silencio cómplice, en ocasiones por temor.
Se esperaba que la justicia actuara y esclareciera los hechos que conmovieron a la sociedad en la medida que los compañeros de universidad de la joven que murió sabían de su naturaleza, bondad y de conducta correcta, como de su propensión al estudio y el análisis, como de la vocación por trasmitir sus conocimientos a terceros. Las gentes así por lo regular son sosegadas y en los ratos de esparcimiento se limitan a comentas de las cosas de moda y reír un rato, intentado escapar de lo manido.
La juventud normal, charla, se divierte, comenta y se muestra jocosa bajo el estímulo de unas copas y la música, algo completamente natural en casi todas las ciudades del globo. Más en algunas partes elementos indeseables atentan contra las personas que en momento se descuidan y contra su voluntad y al amparo de la oscuridad les suministran alucinógenos o cosas dañinas para su salud mental.
Algunos jóvenes prefieren ir a sitios donde supuestamente, están seguros puesto que los que departen son socios, pero resulta que de clubes no tienen nada, sino que es una simple fachada para poder abrir toda la noche y evitar allanamientos de la policía. Situación que los indeseables buscones aprovechan para atentar contra la tranquilidad y la salud de los jóvenes.
Eso fue lo que trascendió en ese caso que tuvo alguna resonancia en los medios de comunicación, pero en el que finalmente después de unos pocos días de estupor por la mala noticia de la muerte de la joven, el asunto se apagó y no se volvió a saber nada. La semana pasada, al parecer, después de ominoso silencio de meses, en los que la opinión esperaba que se esclareciera el criminal atentado, resulta que un juez, con fundamento en un sospechoso dictamen de medicina legal da a conocer que no pasó nada.
La prensa da a conocer que el distinguido abogado Jaime Granados, quién representa los intereses de la familia de María Andrea Cabrera, la joven que murió intoxicada por éxtasis al salir de un amanecedero de Bogotá, anunció que buscaran tumbar el archivo de la investigación que se adelantaba por la muerte de la joven de 25 años. Y agregan: "La familia lamenta la decisión tomada, les parece que no hace justicia, no esclarece la verdad y según la conclusión que llegamos vamos a hacer todos los esfuerzos jurídicos para revocar esta decisión...iremos ante el juez de control de garantías para lograr esa revocatoria y esperamos que el Procurador General nos dé una cita la próxima semana".
El abogado dijo que hay pruebas de que los 3 jóvenes que acompañaban a Cabrera el día de los hechos le suministraron la droga sin su consentimiento.
"Hay un reconocimiento de parte de uno de ellos de que sí le colocaron a escondidas una droga parecida al éxtasis y esto es desconocido por la fiscalía…pudiéndola haber llevado a la clínica Country, no lo hicieron".
Según el jurista aún les quedan varios recursos después de que la fiscalía tomara la decisión de archivar la investigación.
"El archivo no produce efectos de cosa juzgada y se puede revocar en cualquier momento. Vamos a pedir a la fiscalía que revise ese archivo...eventualmente la ley nos faculta a ir frente a juez de control de garantías para que revoque ese archivo". Amanecerá y veremos.