Tras las elecciones al Congreso viene la verdadera campaña por la Presidencia de la República. Hoy sabremos cómo se conforman las fuerzas políticas. Es factible que la derecha consiga la mayoría parlamentaria, que le permitiría hacer los grandes cambios políticos e institucionales que reclama la sociedad colombiana. Si ocurriese lo contrario, la amenaza de una epidemia populista se abatiría sobre el país.
Según los resultados de Guarumo: Iván Duque, candidato del Centro Democrático, y Gustavo Petro, de Colombia Humana, están en empate técnico en primer lugar. Duque cuenta con un 23,6 por ciento de intención de voto, el exalcalde de Bogotá tiene 23,1. Según dicho estudio el margen de error es del 2,7 por ciento. Fajardo cae al 8,1. Germán Vargas al 6,3. Martha Lucia Ramírez al 5.7. Alejandro Ordoñez 1,5. La encuesta dice que Duque obtendría el 72 % de los votos en la consulta. El alza de Duque en términos porcentuales supera la caída de Fajardo y el crecimiento de la intención de voto por Petro. Se explica en cuanto las bases del Centro Democrático consideran que votan por Uribe. La encuesta de Guarumo, se hizo presencialmente entre: 7.174 personas, de las cuales 3.425 manifestaron su intención de votar.
La encuesta de Cifras y Conceptos señala que Duque va al alza con el 14 % en febrero, algo sorprendente. En dicha encuesta lo igualan con Petro. Fajardo desciende al 11% y Vargas queda en el 8%. Como es natural, las gentes que conocen esos datos tienden a pensar que está definido el panorama electoral, que Duque es imparable y que con el impulso que lleva y apoyado por el caudillo Álvaro Uribe, superará de lejos a Petro. Los indecisos, los sin partido, los abúlicos pueden ser influidos por esas encuestas y salir a votar a ganador por las listas de esas corrientes políticas al Congreso.
No así el Partido Conservador, que, convertido en un poderoso club parlamentario desde hace años, no apoyó a un candidato presidencial para que jugara con las listas al Congreso, Martha Lucía y Alejandro Ordóñez, que podrían haber ganado la candidatura conservadora, prefirieron optar por competir dentro del Centro Democrático, como herederos del No en el Plebiscito. La encuesta de Cifras y Conceptos marca al conservatismo como la segunda fuerza parlamentaria del país. En tal caso, de unirse con Cambio Radical, podrían luchar por la primera magistratura o sumarse al poderoso combo de Álvaro Uribe, con Duque. Algunos dirigentes de regionales me dicen que en algunas zonas del país persiste la atonía conservadora por ausencia de candidato presidencial y que las bases se van con Vargas y con Duque o con Martha Lucía y Ordóñez, indistintamente.
Por las reglas de juego que acordaron los expresidentes Uribe y Andrés Pastrana, se hará la consulta en el Centro Democrático para escoger el candidato. No faltan los que sostienen que sumados los votos externos de Martha Lucia pueden dar una sorpresa.
En las toldas de Gustavo Petro se dará la otra consulta, que puede ser un gancho para que voten por sus aliados al Congreso, que por ahora no registran en las encuestas.
Se especula: ¿Qué pasaría si Germán Varga Lleras consigue duplicar sus efectivos parlamentarios? Estaría demostrando su carisma por encima de las encuestas. Suena extravagante, por decir lo menos, que en las encuestas siga estático, puesto que el ex vicepresidente en la plaza pública aparece como el verdadero contendor de Petro, por lo que es raro que un político que llena la Plaza de Bolívar en Bogotá, que colma las plazas de la Costa Atlántica y del país, aparezca tan bajo en las encuestas. ¿Acaso pesan más los sondeos y cifras que las gentes de carne y hueso en las calles de Colombia manifestándose a favor de su candidato? Menosprecian a las masas, que son las que en últimas pueden cambiar el curso de la política.
Por supuesto que Iván Duque es brillante. Martha Lucía, una talentosa estratega. Alejandro Ordóñez, un jurista vertical, una línea recta del milenario catolicismo insobornable. Son políticos por los que la derecha colombiana siente legítimo orgullo. Germán Vargas Lleras, aplaudido por las multitudes, al figurar pasmado en las encuestas -que suelen equivocarse- en la campaña puede repuntar y desmentirlas, por cuanto suele crecerse en las dificultades. Es un curtido político de tiempo completo, un héroe que ha sobrevivido varios atentados de las Farc, elocuente orador, formidable ejecutor, excelente parlamentario, riguroso organizador, con un programa político para que lo realicen sucesivas generaciones; cuenta con un equipo de fieles dispuesto a darlo todo por su causa. Es político por vocación y de carácter recio, como reclama la Nación para enfrentar la turbulencia populista.