Editorial | El Nuevo Siglo

El señor presidente Juan Manuel Santos tiene varios ministros que se destacan por sus merecimientos y ejecutorias, sin que su valía corresponda en todas las ocasiones  a los sondeos de opinión, que las más de las veces se reducen a la inmediatez, la “imagen” efímera en los medios  y no entiende los efectos de una política a largo plazo, que podría favorecer a sucesivas generaciones.

El intento del gobierno venezolano por ganar tiempo ocultando el estado agónico del comandante Hugo Chávez resultó superior a los efectos negativos del silencio trapense del gobernante. Las gentes no concebían que quien hizo de la palabra un medio de gobernar bajo el influjo de la inspiración, algo así como el capricho y la demagogia puros, permaneciera mudo desde el 11 de diciembre.