En algunos círculos económicos solía decirse años atrás, medio en serio y medio en broma, que el titular de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos era una especie de ministro de finanzas de todo el mundo. Sin embargo, con la globalización económica, el surgimiento de nuevas potencias productivas y financieras así como los cambios geopolíticos esa premisa poco a poco fue quedando revaluada.