Editorial | El Nuevo Siglo
*La nueva Comisión Intersectorial
*Políticas de Estado, visión moderna
Todos estamos al tanto de la tremenda importancia del agua para la humanidad, lo que no obsta para que muchos la contaminen y la desperdicien. El elemento citadino va perdiendo el respeto a la naturaleza, sobrevive en la falsa creencia de que tiene derecho a todo y, por lo tanto, debe tener agua y consumirla. Así entienden algunos los derechos que consagra la Constitución de 1991, sacados de la declaración de principios de los Derechos del Hombre.
Casi  en lo insólito raya que aún sin haberse posesionado el nuevo Congreso ya hayan sido admitidas por el Consejo de Estado más de 28 demandas de nulidad electoral contra las credenciales de un buen número de representantes a la Cámara escogidos en las urnas el pasado 9 de marzo.
La  segunda mitad de este año, que arranca hoy, tendrá no pocos retos en distintos flancos. De entrada, es claro, están los ajustes propios de todo gobierno reelecto, en especial en lo relativo, no tanto a la agenda y los programas, pues éstos fueron expuestos suficientemente en la campaña, sino a temas más operativos como el recambio en el gabinete y otros altos cargos.
La invasión a Irak realizada por una coalición encabezada por EE.UU. que derribó al dictador Saddam tuvo éxito en este primer objetivo. No obstante la etapa posterior resultó más difícil. Las fuerzas de ocupación no lograron impedir los continuos atentados terroristas. Se dijo que antes de retirarse las tropas extranjeras se dejarían preparadas a las locales para enfrenter la violencia. No fue así.
En  un mundo como el actual, el afán de poder, dinero, fama se ha tornado en obsesión para muchas personas. Algunas lo logran y se ubican en el podio de los ganadores. Sucede con las grandes estrellas del cine, del teatro, los deportistas que se cubren de los laureles de la gloria.
Hay tres maneras de ver lo que está pasando con el sorprendente número de menores de edad que en los últimos tres años ha tratado de ingresar de manera ilegal a Estados Unidos por la frontera sur. Las cifras son realmente alarmantes: 52 mil menores de 18 años, en su gran mayoría niños y niñas que no pasan los 10 o 12 años, ingresaron a ese país sin la compañía de adultos entre octubre de 2013 y mediados de junio de 2014.