Disminución de trámites
No hay nada más fastidioso que los trámites y muchos de ellos innecesarios o redundantes. Son un agobio para el alma, acaban con la paciencia y mortifican.
Las relaciones entre el Estado y el ciudadano deben ser cordiales y fluidas, pero la realidad es otra, son tirantes y engorrosas y esto principalmente a causa de la tramitología.