Reflejo del alma
No deja de ser curioso que todas las mañanas los colombianos saludemos el día lamentándonos de cómo va el país y, al mismo tiempo, doliéndonos de cómo juega nuestra selección nacional de fútbol. Y lo hacemos sin percatarnos de que la segunda es fiel reflejo del alma nacional, de nuestra idiosincrasia o lo que es lo mismo de nuestra “indiosincracia”. Si no veámoslo.