Columnistas | El Nuevo Siglo

La guerra del Cauca

 

“Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto”.

Simón Bolívar

Grave error cometen los gobernantes y autoridades cuando tratan de ocultar o disimular los problemas y las noticias que creen pueden afectar su imagen ante la opinión pública.

Rehacerlo desde adentro

Como munición que casi nunca da en el blanco se puede calificar la montaña de leyes con que se pretende aconductar a la sociedad colombiana. Se legisla contra la corrupción, contra la inmoralidad, contra el vicio, contra la evasión, etc., pero todo es en vano.

El contrato vital

Imagínese un planetica azul, orbitando alrededor de un Sol modesto, en una galaxia no tan grande que se ubica en los confines del universo. Sí, vivimos sobre ella, es la Tierra. Este planeta, que es maravilloso, no está del todo terminado, pues aún hay todo tipo de catástrofes naturales: terremotos, tsunamis, huracanes, tornados, erupciones volcánicas, derrumbes, incendios, inundaciones…

El triunfo del mal

 

Que alias “Fritanga” figurara como muerto para Colombia no es nada sorprendente. Que hubiera organizado una fiesta de proporciones mafiosas tampoco es algo sobre lo que deberíamos sorprendernos. Sería ingenuo pensar que es la primera vez que hay un evento de estas proporciones en nuestro país, y poco realista creer que este va a ser el último.

Se corrompió

 

Es descabellado, pero en Colombia, se corrompió la sal. Por casualidad, hace un par de días llegaron a mis manos tres curiosos documentos públicos que me dejaron literalmente perplejo, y no solo por su contenido, que ya era fatal, sino por la temeridad (y yo diría complicidad), con la que actuaron sus autores.