Por diseñar edificios “atemporales” en una nación que ve rápidos cambios, la fundación del premio Prizker otorgó el galardón, considerado el nobel de la arquitectura, al chino Wang Shu
Wang, de 48 años y cuyo taller con el modesto nombre de Estudio Aficionado de Arquitectura tiene sede en la ciudad de Hangzhou en el este de China, es el segundo arquitecto de su país que gana el Pritzker después de I.M. Pei en 1983.