Una tímida mujer de Nueva York, cuya fortuna nadie sospechaba, sorprendió al morir y dejar 20 millones de dólares en donaciones a la biblioteca pública de la ciudad y a su principal parque, Central Park.
Mary McConnell Bailey, quien murió el año pasado a los 88 años, vivía modestamente y era voluntaria en un hospital y en escuelas, informó el martes el diario New York Post.