Twitter comenzó a permitir que los anuncios se dirijan a los usuarios en función de las palabras clave escritas en los "tuits" y de los mensajes de los seguidores reenviados en la popular red social, en lugar de algoritmos.
Hasta ahora, los contenidos de los anuncios de Twitter se basaban en algoritmos que intuían el interés de los usuarios para enviarles avisos comerciales potencialmente relevantes para ellos en la forma de tuits "promocionados", en lo alto del hilo de contenido.