Justo a tiempo para el feriado nacional del 4 de julio en Estados Unidos, la Estatua de la Libertad reabrió el jueves en Nueva York, ocho meses después de que el huracán Sandy causara daños millonarios donde se erige el monumento.
Miles de entusiasmados visitantes acudieron a Liberty Island, una pequeña isla al sur de Manhattan donde se alza la enorme estatua de 93 metros y 200 toneladas, una de las atracciones turísticas más populares del mundo.